El tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Alicante, formado por PSOE, Guanyar y Compromís, formalizó anoche, a través de una declaración institucional aprobada por el pleno municipal, su reclamación al Consell para que retire la Actuación Territorial Estratégica (ATE) de Ikea que conlleva aparejada la instalación en Rabasa de la tienda del mueble con un macrocentro comercial de 80.000 metros cuadrados.

El tripartito se tuvo que conformar con sus 15 votos para sacar adelante esta declaración contra el ATE, un proyecto que paralizó a principios de este mes la Generalitat para su estudio por sospechas de corrupción al considerar que existió trato de favor al empresario Enrique Ortiz, vinculado a Alicante Avanza, promotora de una actuación urbanística de dos millones de metros cuadrados en Rabasa. El grupo popular votó en contra al entender que la anulación del ATE será la muerte del proyecto, «y no vamos a contribuir al certificado de defunción de Ikea en Alicante», dijo su portavoz, Carlos Castillo. «La lógica de las cosas dice que ustedes no quieren Ikea, y están cerrando las puertas a una oportunidad de crear empleo y desarrollo económico en Alicante».

Los ediles de Ciudadanos se abstuvieron con el argumento de que no habían sido invitados a la reunión con Ikea, y que se habían sentido «aislados y apartados» de las negociaciones.

El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, intentó conseguir la unanimidad del pleno contra el ATE, sin conseguirlo, con el argumento del apoyo del tripartito al comercio de proximidad, que se opone al macrocentro junto a Ikea, como eje vertebrador de la ciudad. Asimismo, anunció que se estudiarán alternativas al ATE; que se redefinirá la ordenación de la zona de Rabasa en el futuro Plan General, con un parque tecnológico vinculado a la Universidad de Alicante; y que se negociará con Ikea la ubicación definitiva de la tienda «sin macrocentro comercial» y sin perjudicar al comercio, a la movilidad o a espacios naturales como las lagunas de Rabasa. También se aprobó una declaración institucional instando al Consell a proteger cinco humedales de Alicante, entre ellos las lagunas de Rabasa, con lo que el tripartito espera dificultar más el ATE.

La Generalitat también tendrá que resolver sobre la petición para que se anule la apertura del comercio en festivos, puesto que anoche, en el primer pleno vespertino del nuevo Ayuntamiento, salió adelante, con 15 votos a favor, los del tripartito, y 13 en contra, los de toda la oposición, una declaración para que se elimine la actual libertad horaria en el centro de la ciudad. Horas antes, el director general de Comercio, Natxo Costa, anticipó que la reclamación del Ayuntamiento «es factible pero no será fácil» y anunció que el Consell peleará incluso en los tribunales su competencia para legislar sobre horarios comerciales, que, según dijo, el anterior gobierno del PP cedió al Estado.

Por su parte, el alcalde, Gabriel Echávarri, dijo que consultará con el Consejo Local de Comercio la nueva zona con libertad de horarios que, por ley, hay que delimitar, y que se corresponderá con la fachada costera. En el pleno, el PP defendió la actual delimitación por el interés general y los negocios y el empleo creado. El regidor negó ese interés general y habló de corralito a favor de un determinado centro comercial de Maisonnave.