Un capítulo especial merece el caso del almendro. La sequía ha causado estragos en los árboles y hay 1.300 hectáreas afectadas, de las cuales 1.000 se encuentran en serio peligro de desertización, según han detectado los peritos de Asaja. Muchos árboles se han secado y algunos de ellos ya tienen el 70% de la producción perdida. En estos casos, según los expertos, no compensaría replantar, sólo reconvertirlas y no hay ayudas para ello.
Por ello, se estima que pueden perderse este año un total de 11.550 toneladas de producción, que tienen un valor de 20,7 millones de euros. Sin embargo, las pérdidas serán aún mayores, ya que afectan a muchos árboles que se han secado y que no podrán ser restituidos. A diferencia de lo que ocurren en la provincia de Murcia, no se ha aprobado el decreto de sequía en la Comunidad Valenciana. Los productores lamentan que las ayudas aprobadas para combatir la falta de lluvias de 2014 sean totalmente insuficientes. «Resulta lamentable que ya en 1996 y sin que se registrarán adversidades del tiempo, sólo para impulsar cambios varietales, se contemplarán ayudas económicas mucho mayores y que ahora ante el desastre que está sufriendo este cultivo en secano falten apoyos», denuncia Eladio Aniorte, presidente de Asaja-Alicante.
Ante esta situación, Jóvenes Agricultores exige al presidente del Gobierno de la Generalitat, Ximo Puig que tenga sensibilidad con uno de los cultivos más emblemáticos de nuestro territorio y que conforman nuestros paisajes y gastronomía. De hecho, la falta de producto ha hecho que los precios de la almendra importada se hayan disparado en los últimos meses. F. J. B.
