Pedro Romero Ponce tomó ayer de manos de Joaquín Solbes el collar o «rueda» que identifica al Club Rotario de Alicante, para pasar a asumir la presidencia de esta emblemática institución a lo largo de todo un año.

En el mismo acto, celebrado anoche con toda solemnidad en el restaurante El Maestral, se dio la bienvenida y nombró como nuevas socias a Antonia Chinchilla y Belén Árias, que se suman al medio centenar de integrantes en la actualidad. Actuó como padrino Isidro Fernández.

«Tu elección de este Club Rotario te consagra como mujer representativa de la actividad a que te dedicas, en mérito de tus reconocidas cualidades de honorabilidad, de inteligencia y de civismo. Conforme a los principios de Rotary, institución que fundó Paul Harris en Chicago, en 1.905, serás entre nosotros una representante de tu actividad y, como tal, estarás obligada a llevar a tu radio de acción nuestros ideales de servicio a la patria y a la Humanidad». Con estas palabras del presidente y el juramento solemne por parte de ambas candidatas el Club acogió ayer a las nuevas socias.

Filantropía

El cambio de presidencia de los 36.000 clubes rotarios de todo el mundo, que reúnen cerca de 1.500.000 socios, se celebra siempre en los primeros días de junio y, como organización humanitaria y filantrópica, se nutre de profesionales y empresarios cuya buena voluntad se pone al servicio de la sociedad que le rodea, como resume el Macero el Rotary de Alicante, Luis Ramos. El club de la provincia ha colaborado este último año con entidades implicadas con el Alzhéimer, con Cáritas y las casas de acogida, además de favorecer la llegada del agua en diversas zonas de la India.