El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, se comprometió ayer a aplicar la ordenanza municipal para mejorar la convivencia entre los hosteleros del «tardeo» y los vecinos afectados por el ruido y los desórdenes que protagonizan algunas de la personas que «practican» esta forma de ocio, que tiene legión de seguidores y también de detractores en la capital de la provincia. Echávarri abogó, en este sentido, por aplicar las ordenanzas como «punto intermedio» para compatibilizar la actividad de los hosteleros del centro de la ciudad con el derecho al descanso de los vecinos de la zona.

El alcalde realizó el anuncio tras la entrega de premios del concurso «La ruta del tardeo», admitiendo que desde hace tiempo no se aplica la ordenanza que regula las actividades de ocio, sus horarios, el ruido y la extensión de los veladores de la ciudad. «Vamos a buscar esos puntos intermedios que permitan a los negocios generar empleo y actividad económica, y a los vecinos estar tranquilamente en su casa», subrayó el primer edil.

Echávarri definió el «tardeo» como «un fenómeno que ha hecho que gente de toda la provincia venga a Alicante a consumir en nuestros restaurantes y a disfrutar de la tarde y no hay ningún hostelero ni restaurador que quiera molestar a nadie». El alcalde reconoció que «quizá es tarea de la Policía Local velar más por lo que ocurre en la calle, fuera de los locales. El ayuntamiento debe hacer mucho más para que los establecimientos hagan su negocio como lo hacen, de forma honrada, y que los vecinos puedan descansar».

Por su parte, la presidenta de los hosteleros, María del Mar Valera, dijo que «todo tiene solución, ni un extremo ni el otro, ni el blanco ni el negro, siempre hay más colores».

Mejora la ocupación hotelera

Por otro lado, el buen tiempo, la mejora de la economía que ha hecho que Alicante recupere los viajes de empresa y los congresos, y los tres puentes festivos -Semana Santa, Primero de Mayo y Corpus- han tirado este año de la ocupación turística de la ciudad de Alicante, que cerró el primer semestre del año con una ocupación media del 61,3%, lo que representa un incremento del 4% sobre el mismo periodo de 2014, según el balance hecho público ayer por la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante. Continúa, por otro lado, la coyuntura marcada por el incremento del turismo extranjero favorecido por las buenas conexiones aéreas desde el aeropuerto de Alicante y Elche, y el tirón de Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI). Los buenos datos de la «temporada baja» contrastan con las previsiones de julio y agosto, ya sin viajeros de negocios, en los que los hoteles confían en la última hora. Hasta el momento los fines de semana funcionan, pero de lunes a jueves la cosa se complica.

En junio, la ocupación hotelera alcanzó en Alicante el 81 % lo que representó un aumento de 3,24 puntos, comparado con el año 2014, según los datos hechos públicos ayer.