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Alicante pierde cultivos por el desvío de agua a Albacete

La provincia ha perdido más de 40.000 ha desde 1995, mientras Castilla-La Mancha aumentaba su censo de regadío en 66.728 ha

Un agricultor supervisa su producción de calabacines ANTONIO AMORÓS

Maíz por uva de mesa y pimiento California. La falta de agua para regar en la provincia por el bloqueo del trasvase Júcar-Vinalopó y, para colmo, el desvío de recursos del propio río Júcar a Castilla-La Mancha han provocado que en los últimos 25 años la provincia de Alicante haya perdido 40.656 hectáreas de regadío mientras contemplaba como en la vecina Albacete los agricultores aumentaban, en el mismo periodo, su censo en 66.728 ha para producir, fundamentalmente, cereales y productos que deben ser subvencionado por la Unión Europea para poder ser rentables.

El revelador dato forma parte de un informe del Instituto Interuniversitario de Geografía de Alicante, en el que se denuncia el agravio que sufre la provincia por la falta de una solución al trasvase Júcar-Vinalopó, infraestructura bloqueada por no poderse captar agua de calidad, mientras Castilla-La Mancha recibe todos los años 430 hm3 de caudales (superficiales y subterráneos) para mitigar la sobreexplotación del acuífero de La Mancha-Oriental.

Los catedráticos Antonio Gil Olcina y Antonio Rico denuncian, este sentido, que «la Confederación Hidrográfica del Júcar prohíbe ampliar regadíos en Alicante e impone contadores para controlar los pozos en el Vinalopó, algo que no sucede en ninguna parte de España», subrayan estos expertos que advierten, por otro lado, de que «el nuevo plan del Júcar, lejos de corregir nada, ha condenado definitivamente a los alicantinos a no poder beber el agua del Júcar».

En 1970 la superficie regada a expensas del acuífero de la Mancha Oriental, era de 5.000 ha y el volumen bombeado no excedía de 30 hm3. Actualmente, la superficie regada no baja de 135.000 ha y los caudales bombeados para ello durante los últimos años no han descendido de los 400 hm3, y algunos años dicho volumen ha quedado próximo a los 450 hm3.

El informe de Gil Olcina y Rico descubre el fortísimo incremento de regadío acuífero de la Mancha Oriental que ha pasado de 5.000 hectáreas en 1970 a 135.000 ha en la actualidad. «La explicación se encuentra en el Decreto 950/1989, de 28 de julio, que declaró de interés nacional la transformación en regadío de 69.000 hectáreas de dicha zona. La tierra se dedica mayoritariamente al cultivo del maíz, cosecha ésta excedentaria y precisada de subvención de la UE. Un cultivo que, además, se practica en el marco de la mediana y, sobre todo, gran propiedad», denuncian los catedráticos. «Es así y no de otro modo como se ha dañado el régimen natural del Júcar. En abierto contraste con ello, se niega a Alicante una transferencia planteada desde 1420, y se llega al extremo incalificable, de negarle hasta la posibilidad de la cesión temporal de derechos de agua entre regantes como dicta la Ley de Aguas».

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