¿A qué ha dedicado su vida?
He trabajado toda mi vida, empecé como mecánico y me jubilé a los setenta años como mecánico. Me casé a los 29 años y tengo dos hijas. Me quedé viudo hace 17 años y desde entonces vivo solo. Me gusta vivir solo, ya me he acostumbrado. Aunque mi familia siempre está pendiente de mi.
¿Cómo vivió la Guerra Civil?
En la guerra pasé mucho miedo pero nunca me pasó nada, siempre me mantuve tranquilo. Me destinaron a Madrid, a los talleres de los republicanos, en la base de los rusos donde comencé de mecánico. No había visto un tanque en mi vida y me pusieron a reparar uno que se tarda una hora en repararlo, y yo tardé toda la noche.
¿Qué le ocurrió tras volver de la guerra?
Volví al taller en el que estaba trabajando arreglando los coches de la Guardia Civil. Unos 5 o 6 años después me llamaron para trabajar en una fábrica de goma donde estuve hasta que me jubilé. Me trataban como uno más de la familia.
Tras los tres años en Madrid, ¿le detuvieron alguna vez?
Una vez estuve varias horas detenido porque un cabo de Melilla nos vio poner ametralladoras a los coches de la Guardia Civil para la guerra. La suerte es que coincidimos con el general que antes era comandante de la Guardia Civil y nos salvó de un buen lío.
¿Qué cambios destacaría del Alicante de antes, y de ahora?
Hombre, Alicante lo veo hecho un desastre, antes se vivía mucho mejor, había mucho más trabajo y era muy difícil que te despidieran. Incluso, dejaban una semana de prueba mientras buscabas otro trabajo. Ahora todo está hecho un desastre.
A sus 100 años,¿ha sufrido algún percance de salud?
Estuve un año fuera de servicio después de la guerra por una alteración pulmonar. Hace años que llevo un marcapasos y ha sido a principios de este año cuando estuve ingresado una semana por una disnea por que me costaba respirar.
Lleva viviendo solo muchos años, ¿cuál es su rutina diaria?
Pues todos los días me voy a andar, por lo menos, una hora y media. Salgo de casa y me voy al mercado de San Mateo, hablo con unos y con otros, y de ahí me voy a la plaza Manila. Hay días que incluso voy hasta Montemar y ya vuelvo a casa. Pero sobre las 22:oo de la noche tiro la basura y ando otra media horita.
¿Cuál es el secreto para mantenerse tan bien a su edad?
Pues mi secreto es vivir muy tranquilo, comer siempre lo que me gusta, no dar disgustos a nadie y, sobre todo, que no te los den. Además, no me altero con facilidad, pocas veces me altero y si me altero es muy difícil que la gente me lo pueda ver. Y la fruta, que no falte, he comido mucha fruta durante toda la vida.
Y, por último, ¿qué ha ocurrido para que la celebración se haya hecho casi tres meses más tarde de su cumpleaños?
Pues mira, los nietos están trabajando y no ha sido fácil juntarnos. Y ahora con las vacaciones de verano ha sido mucho más cómodo juntar a toda la familia, mis hijos, nietos, y bisnietos.
