El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ha lamentado que el Ayuntamiento esté "intervenido" por el Ministerio de Hacienda, que está "en cualquier decisión que se toma" y ha anunciado que prepara una "contraoferta" para rebajar la presión fiscal sobre la ciudadanía establecida por el plan de ajuste, que ascendía a un 3,45% anual durante 10 años.

Así, según ha indicado en una entrevista a Europa Press, PSPV, Compromís y Guanyar Alacant están buscando una fórmula para "dejar de gravar a los alicantinos" y poder "liberar recursos de un sitio para utilizarlos en otro". "Tenemos que ir con una oferta seria como, por ejemplo, establecer un aumento de los períodos de carencia". No sé cuánto tardaremos, pero podemos ir a negociar el plan de ajuste durísimo que tiene el ayuntamiento de Alicante", ha dicho.

También ha alertado de la incapacidad de contratar hasta el 1 de enero de 2017 a trabajadores sociales "en plena emergencia social" por una congelación del capítulo 1 (personal) que "está haciendo mucho daño en el margen de maniobra".

Además, ha expresado su sorpresa ante el hecho de que el anterior equipo de Gobierno fuera "serio" pero dejara vencer contratas municipales que suponen "seguir pagando a precio anterior lo que ahora se puede pagar a menor y eso perjudica a la ciudad de Alicante". "No sé cómo se han dejado vencer contratos, porque se comete un perjuicio al ayuntamiento", ha insistido.

"VAMOS A DEJARNOS LA PIEL"

Echávarri ha considerado que el reto del equipo de Gobierno que dirige "no es hacerlo mejor que el anterior", sino estar "a altura de las expectativas de la calle" y si hay cosas que "chirrían" habrá que poner "grasa" para seguir adelante.

A su juicio, hay que responder a las expectativas y "estar a la altura" para "no generar frustración" porque la ciudadanía tiene "ilusión". Por ello, "hacerlo mejor que los anteriores no es suficiente" y desde su Ejecutivo van a "trabajar y a dejarnos la piel para hacerlo" en un proyecto a cuatro años.

589 NIÑOS, A LOS COMEDORES

Sobre los proyectos que ya ha iniciado el nuevo equipo de Gobierno, el alcalde ha cifrado en 589 los niños "detectados con nombres y apellidos", a través de los directores de los centros escolares, que son susceptibles de recibir atención en agosto en los comedores habilitados.

La lucha contra la desnutrición infantil fue la primera medida que adoptó la coalición para "encontrar una partida económica" con la que cubrir la puesta en marcha de la atención a los menores en riesgo.

"Estamos mirando la forma de abrir los centros en agosto. Estamos viendo en qué zona geográfica están y la partida presupuestaria. Porque hay que abrir los centros, habilitar a los bedeles, limpiar el centro y el transporte", ha avanzado Gabriel Echávarri, que ha confirmado que se trabaja en determinar la apertura de dos o tres colegios.

Además, ha rechazado la opción de la "bolsa de comida, porque igual no se la come el niño" y, por ello, se ha optado por que "el niño coma y Maria José Espuch, concejal de Educación, está trabajando muy duro".

Ha reiterado que "sí habrá partida" para los comedores, después de conocerse que había 3,1 millones de euros en facturas sin contabilizar, que dejó el PP y que dieron a conocer "el interventor y el tesorero municipal".

"Margen de maniobra hay porque hay 11 millones de euros de superávit para inversiones", que se destinarán en el primer pleno a pagar a los proveedores adeudados porque "el Ayuntamiento no se puede permitir que haya alicantinos sin cobrar".

VIVIENDA

Por otra parte, ha apostado por poner a disposición de las familias que hayan sufrido un desahucio las viviendas en manos de las administraciones públicas desde "el antiguo Patronato de la Vivienda, el antiguo IVVSA y de la Administración General del Estado".

"Y si no son suficientes, hablaremos con los bancos para que nos dejen los pisos vacíos, con un alquiler social. Si no colaboran con los que peor lo están pasando, no trabajaremos con esas entidades, publicaremos quiénes son y les impondremos el 150% de IBI, el máximo que permite la ley".

ATE DE IKEA

Por último, Gabriel Echávarri ha rechazado de plano el proyecto de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) para la implantación de Ikea en los terrenos de Rabassa porque "va a arrasar el comercio en la ciudad".

El alcalde asume la concejalía de Comercio y, en ese sentido, ha puntualizado que el equipo de Gobierno pedirá al nuevo Consell que paralice la ATE porque "cuando todo el mundo piensa de una forma, muy equivocados no pueden estar". A su juicio, Ikea "ya debería estar en Alicante hace mucho tiempo y si no es así es por un culpable, el PP".