El comercio alicantino, muy beligerante en su mayor parte contra la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que llevaba aparejado un macrocentro comercial junto a Ikea en Rabasa, ha recibido con entusiasmo la decisión de paralizar la tramitación de esta actuación adoptada por el nuevo Consell en su primera reunión. Tanto la Federación Alicantina de Pequeño y Mediano Comercio (Facpyme) como el Colectivo de Comerciantes por Alicante hablan de una noticia «superpositiva» y celebran que el nuevo gobierno autonómico haya cumplido su compromiso de campaña de paralizar el ATE.

La patronal del pequeño y mediano comercio denunció hace apenas un mes el coste que iba a suponer el macrocentro comercial anexo a Ikea de acuerdo a un informe elaborado por la Universidad de Alicante, que cifraba en 1.800 los negocios que se iban a perder y en 2.000 los empleos destruidos. Por este motivo, el secretario general de Facpyme, Francisco Rovira, mostró ayer su satisfacción con la decisión del Consell. «La paralización es superpositiva. Esto era una muerte anunciada al haber un cambio de gobierno y estamos satisfechos. Ahora imaginamos que la empresa (Alicante Avanza) algo tendrá que decir y presentará alguna alternativa. De momento estamos encantados porque entendíamos que el proyecto, tal y como estaba diseñado, era muy lesivo para los intereses del comercio no sólo de la ciudad de Alicante, sino de la provincia».

Rovira recordó que la patronal a la que representa siempre se ha mantenido en la misma línea, «en la defensa de Ikea pero con la negativa al macrocentro que estaba proyectado. La postura es la misma y no la hemos variado un ápice. Nos alegramos mucho y aplaudimos que el nuevo gobierno valenciano haya sido sensible a las demandas y reivindicaciones del sector comercial», indicó el secretario general de Facpyme, que engloba a 56 asociaciones y a más de diez mil empresas de comercio en toda la provincia.

Cuando se conoció la noticia, la patronal alicantina del comercio celebraba una reunión. En la misma se encontraba Vicente Armengol, vicepresidente del Colectivo de Comerciantes por Alicante, que representa a catorce asociaciones y a unos 3.000 establecimientos de la capital alicantina, y que en todo momento se han mostrado contrarios también al macrocentro de Ikea. «Han escuchado nuestra voz a la hora de tomar esta decisión, que recibimos muy bien. En principio es una noticia positiva, aunque aún falta por saber cómo se va a articular el proyecto y cómo se afronta. Estamos a la espera de conocer en qué se basa la paralización pero estamos satisfechos de que el nuevo Consell haya asumido el compromiso que tenían nada más llegar a la Generalitat», dijo Armengol.

Los comerciantes de la ciudad de Alicante se muestran sobre todo contentos de que se haya escuchado su postura, «han atendido las voces de numerosos colectivos, no sólo del comercio, contra esta Actuación Territorial Estratégica sin sentido».