Comer ligero y beber mucho líquido, preferiblemente agua. Son los dos consejos ante la ola de calor que da Diana Roig, nutricionista de la empresa Frigo.

¿Qué debemos comer en plena ola de calor?

Lo más importante es mantenerse hidratado, lo que significa beber y beber aunque no se tenga sed. Si bien en invierno podemos permitirnos tener sed y no beber, en verano cuando tenemos sed ya es tarde. El agua debe ser el líquido principal y ocasionalmente podemos tomar zumo o té, preferentemente sin azúcar. La alimentación nos debe hidratar también y debe ser fácil de digerir, que no conlleve una digestión pesada. Muy basada en frutas y verduras, como la sandía, el melón, el melocotón o verduras de temporada en gazpacho o cremas por ejemplo. Las cocciones deben ser al vapor, hervido, en crema y debemos prescindir de sofritos y cocciones engorrosas. Tampoco hay que abusar de bebidas alcohólicas o con cafeína, así como de alimentos muy dulces o salados.

¿Por qué el calor nos quita el apetito?

Porque el cuerpo combate el calor y maquilla este apetito, no se fija en él. Por contra, en invierno el cuerpo pide que metas algo que le ayude a combatir el frío.

¿Por qué cogemos kilos con tanta facilidad en verano?

Se debe sobre todo al desorden en las comidas. Nos relajamos, seguimos horarios diferentes y esa dieta que controlamos todo el año la dejamos y vamos introduciendo cosas que con una alimentación más pautada no meteríamos. Los horarios también despistan. Comer tarde hace que a media mañana tengamos más hambre y piquemos. Salir de noche y beber alcohol también influye, porque una copa nos aporta muchísimas calorías y no nos quita la sed.

Y, además, con pocas ganas de hacer ejercicio con tanto calor.

Sí, pero hay que procurar mantener la actividad física para quemar las calorías que se consumen. Hay que procurar, eso sí, no hacerlo en horas de sol y con temperaturas muy elevadas. Nadar o caminar puede ser una buena opción para estos meses de tanto calor.

¿Cómo tomar el aperitivo y mantener a raya la báscula?

Por ejemplo, a base de crudites de pepino o zanahoria. Todo cortadito a pedazos y comerlo tal cual o con humus o pasta de berenjena asada, que están muy de moda. Tomatitos cortados por la mitad... todo a base de hortalizas. De esta forma, consumimos alimentos que nos sacian más rápido porque tienen mucha agua y así evitas comer más cosas después. Además, aportan nutrientes más interesantes que determinados aperitivos.

¿Algún mito sobre la alimentación en verano que haya que desterrar?

Sí, por ejemplo que los helados engordan y que provocan dolor de garganta. Lo segundo no es cierto porque los helados se calientan en la boca y entran en el esófago a temperatura corporal. Respecto a las calorías, los hay que van desde las 20 a las 200. Se pueden consumir helados con muy pocas calorías.

¿Y qué hay de la horchata?

Es un buen alimento porque incorpora un producto, que es la chufa, que no lo tomamos de otras formas. Un alimento nuevo siempre es importante, nos ayuda a variar. Pero hay que llevar cuidado porque en grandes cantidades engorda, al llevar mucho azúcar.