Una gran grieta recorre parte de la calle Quintiliano, en el barrio de Benalúa. Se trata de un vial ubicado junto al colegio que permanece sin asfaltar y que se va deteriorando a pasos agigantados. Aunque desde Movimiento por Benalúa se considera que no es peligroso, las grietas en los bajos de uno de los edificios de la calle resultan inquietantes y, de hecho, varios vecinos de la zona han denunciado su situación y exigido al Ayuntamiento que se tomen medidas y que se ultime la urbanización del vial, pendiente desde la finalización del colegio.
Uno de los vecinos de la calle mostraba ayer el tamaño de la grieta por la que se puede meter la mano sin problemas. «Desde luego es conveniente que se actúe en esta calle y que se asfalte la acera», indicaba a este respecto el presidente de la asociación de vecinos Movimiento por Benalúa, Juan Bernabéu, quien aseguraba que, pese a la aparatosidad de la grieta, «no se trata de una fractura de la calle ni el edificio ha cedido, sino que la zona está sin terminar y hay desperfectos». Bernabéu señaló que «la calle está cortada y sólo se usa para conectar con el colegio y está medio abandonada» para añadir que «en su día denunciamos que las tuberías de agua estaban por el exterior y que no había acera. La tubería se cubrió y lo que se ha hundido ahora es la bovedilla que tapaba la conducción del agua, no es que esté cediendo el edificio». Con todo, Bernabéu considera que «es una casa de cuatro pisos y hace falta corregir las deficiencias y hacer la acera».