La ciudad de Alicante fue recuperando ayer poco a poco la normalidad tras la noche grande de las Hogueras. Los equipos de limpieza trabajaron a destajo y sobre las 11 de la mañana, en barrios como Carolinas Altas o Campoamor las calles habían recuperado su aspecto habitual.

Sólo las vallas de los racós y las sillas y mesas, apiladas a la espera de ser recogidas, recordaban que unas horas antes la fiesta todavía estaba en su pleno apogeo. Y en el emplazamiento que ocupaban los monumentos aún eran visibles los restos de arena empleados tras la quema de los mismos. En el centro de la ciudad costó volver un poco más a la normalidad, aunque a esa hora decenas de trabajadores del servicio de limpieza de la ciudad se empleaban a fondo para recoger los restos de la fiesta.

Según explicaron ayer desde el Ayuntamiento, en estas fiestas, «cuyo dispositivo de limpieza y recogida de residuos fue diseñado por el anterior gobierno municipal, el servicio se ha visto reforzado con 80 personas que se han sumado a la plantilla fija existente, recogiéndose 843 toneladas de residuos».

En este sentido, el concejal de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, asegura que este refuerzo de la plantilla «supuso una mejora evidente de la calidad del servicio prestado desde el momento de su aplicación, lo que llevó acarreado una disminución de las quejas vecinales por este motivo».

Del mismo modo lamentó que este año, «por decisión del equipo de gobierno anterior, hayan desaparecido iniciativas en favor del reciclaje» y que no se hayan instalado contenedores para ello.

Por otro lado, en el recorrido oficial de las fiestas que va de Alfonso El Sabio hasta la plaza del Ayuntamiento, se han instalado un total de 7.500 bombillas tipo LED, cuyo coste ha ascendido a 24.500 euros».