La corporación municipal del Ayuntamiento de Alicante celebró ayer su último pleno antes de la toma de posesión oficial del nuevo gobierno, que se producirá el sábado. Fue un pleno fugaz, para aprobar el acta del pleno de abril, y no duró más de un minuto. Tras levantar la sesión, el alcalde en funciones, Miguel Valor, pronunció un breve discurso de despedida tras seis meses de mandato en el que agradeció el apoyo de su grupo, pero también afirmó estar «en deuda» con los grupos de la oposición (PSOE, EU y UPyD), a los que agradeció que durante su etapa se trabajara «guardando las formas». En esa línea, enfatizó que «juntos hemos alcanzado consensos impensables».

Aunque no los citó en ese momento, en declaraciones posteriores Valor aludió a su decisión de retirar el Plan General objeto de una investigación judicial, que contó con el apoyo unánime de todos los grupos políticos, o al proceso de consenso que lideró el regidor a favor de Ikea pero en contra de que fuera acompañado del macrocentro comercial por el daño que podría ocasionar al pequeño comercio. Ambas medidas caracterizan su corto pero intenso mandato, del que también destacó su decisión de no prorrogar grandes contratas, como la de limpieza de colegios y dependencias municipales en manos de Enrique Ortiz. «He fallado en algunas decisiones y acertado en otras», defendió el alcalde, que incluyó estas tres medidas entre sus aciertos.

En su discurso de despedida, Valor también tuvo palabras de agradecimiento para «quienes confiaron en mí para el cargo» así como para «todos mis compañeros concejales del PP que siempre me han apoyado y hemos estado unidos hasta el final». Agradeció también a los grupos de la oposición el trato y concluyó: «Estoy orgulloso de todos los concejales. Mi lema de hacer fácil lo difícil no hubiera podido llegar a buen fin sin vuestra colaboración». Funcionarios, ciudadanos y medios de comunicación completaron su lista de agradecimientos. «Ser alcalde así ha sido muy fácil», concluyó.

Tras el pleno, Valor indicó que «he hecho lo que he podido en estos seis meses»(tomó posesión del cargo el 15 de enero tras la dimisión de Sonia Castedo) en los que, aseveró, «hemos pacificado un poquito el Ayuntamiento y me voy contento y feliz». Su principal legado, afirma, es el «consenso y el diálogo», una línea que espera que se siga dentro del próximo mandato para poder sacar adelante los proyectos que anunció y se deja en el tintero, como «el pirulí» de San Fernando o el paseo de la avenida de Niza.

«Los cinco mejor»

Sobre el nuevo panorama político, pidió que «gobierne quien gobierne, sea lo mejor para Alicante». Al ser preguntado sobre la posibilidad de un tripartito en el gobierno, respondió: «A mí todo lo que sea consenso, me encanta». Si bien, al percatarse que la pregunta aludía a un tripartito de izquierdas, inmediatamente matizó: «Para eso no sé. A lo mejor tendrían que estar los cinco (PP, Ciudadanos, PSOE, Guanyar y Compromís). Para hacer eso, los cinco mejor. Yo sé que es impensable en este momento. Es un tema que no me corresponde a mí».

«Seguiremos aquí, pero en la oposición, que tampoco se está tan mal», se despidió con ironía Miguel Valor.