La música sonaba ayer a pleno rendimiento en la calle Castaños con Teniente Álvarez Soto, en pleno corazón del «tardeo»; y no eran los bares de la zona los que la habían puesto. Una campaña de concienciación del reciclaje del vidrio encendió a los dueños de bares y pubs del Centro Tradicional que no daban crédito de lo que estaba pasando. «¡Cómo se les ocurre! Con los problemas que tenemos con los vecinos y viene el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat Valenciana a montarnos cuatro altavoces con música aquí», exclamaba un indignado Lalo Díez, representante de la asociación de bares y restaurantes del centro, que no se explicaba por qué el Consistorio ha previsto una campaña con música estridente en una zona «sensible», en el que existe un conflicto con los residentes. Ayer eran cientos las personas sentadas en las terrazas.

Díez criticaba que ni siquiera les han consultado ni contado con ellos a la hora de programar la actividad y apunta que eso agrava la situación. «No cuenta con nosotros para hacer una campaña y somos 114 negocios», ahondaba. Sólo una semana antes al dueño de la heladería frente a la que se instaló el escenario le multaron por excesos de decibelios. «¿Ves aquella tele?», preguntaba señalando a un aparato fuera de un pub- «no se le puede poner volumen, porque nos multan. A los que vienen de despedidas con pitos y megáfonos se los quitamos para no tener problemas. Y ahora viene el Ayuntamiento a hacer esto». Los dueños de los bares criticaban que «la ordenanza prohíbe expresamente poner altavoces en mitad de la calle. Así que con la situación que hay ahora, no sé a qué bombero se le ha ocurrido esto».

La campaña se inició a las tres de la tarde y su fin estaba previsto a las once de la noche. Se instaló un pequeño escenario para anunciar por megafonía premios y cuatro altavoces, dos a cada lado de la calle para animar el evento.