El exalcalde de Alicante Luis Díaz Alperi y el edil Juan Zaragoza han acusado hoy al exgerente de Mercalicante Emilio Clavero de estafar a esta empresa y de adoptar decisiones arbitrarias, pero se han contradicho sobre la información que les facilitó acerca del alquiler de unas naves frigoríficas, informa Efe

Ambos han comparecido como testigos, al igual que el exedil José María Rodríguez Galant y un antiguo empleado de la firma estatal Mercasa, Gonzalo Simón, en la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Alicante por el agujero contable cercano a los seis millones de euros detectado a principios de la pasada década en Mercalicante.

Todos ellos formaron parte, junto al ya fallecido Segundo Bermejo, en la comisión ejecutiva del mercado alicantino de mayoristas y llegaron a estar imputados en la causa, aunque los tribunales les exculparon al no apreciar indicios de delito en su actuación.

Según Díaz Alperi, el órgano de control de la empresa ignoraba que Clavero, que se encuentra huido de la Justicia, dispusiera de una "cuenta de gerencia" a través de la que obtenía fondos sin autorización del consejo de administración, y le ha acusado de "preparar" una estafa con el proyecto de mercado electrónico hortofrutícola denominado Sime.

En este sentido, los antiguos consejeros han coincidido en que empezaron a sospechar de que "había algo raro" cuando Clavero solicitó a la comisión ejecutiva en tres ocasiones 300 millones de las antiguas pesetas (1,8 millones de euro): primero para invertir en acciones, luego para comprar la sociedad que explotaría SIME y, por último, para recuperar el alquiler de tres naves industriales.

"Hablé con el presidente de Mercasa, le expuse una situación de preocupación y le propuse hacer una auditoría de gestión. Nunca tuvimos acceso ni nos presentaron los libros contables. Clavero disponía del dinero de Mercalicante a su libre albedrío y estoy convencido de que se hubiera quedado con estos 300 millones si lo hubiéramos aprobado", ha declarado Díaz Alperi.

A preguntas del fiscal, el exalcalde ha admitido que Clavero informó a la comisión ejecutiva del alquiler por un periodo de 25 años de tres naves industriales para conservación en frío a otras tantas mercantiles, Inver SL, Intermark SL e Intercom SL, conocidas en la causa como las 'tres íes'.

Éstas, a su vez, las subarrendaron a una cuarta firma, Logística Alicantina del Frío (LAF), pese a que la normativa no lo contemplaba, por un precio notablemente superior.

"Nos dijo que las iba a alquilar a 900 pesetas el metro cuadrado, que había hecho sus indagaciones y era un precio muy adecuado", ha relatado el exregidor, quien ha negado tajantemente conocer que el subarrendador era LAF.

Su testimonio se contrapone al de Juan Zaragoza, según el cual el entonces gerente negoció los contratos de alquiler con las 'tres íes' "sin permiso de la comisión ejecutiva y del consejo", que desconocía la participación de esas mercantiles, y presentó por el contrario a LAF como el único arrendatario.

Cuando el fiscal Anticorrupción, Felipe Briones, le ha advertido de que Díaz Alperi había dicho todo lo contrario, el concejal ha señalado que debía de haberse equivocado, ya que "las tres íes habían contratado con Clavero y le pagaban directamente a él", entre otras "barbaridades y supuestas estafas".

Este testigo también ha admitido que una hija suya estuvo trabajando para Mercalicante, empleo que dejó cuando él se lo pidió "encarecidamente", y ha afirmado que Clavero "se dedicaba a buscar parientes de miembros del consejo de administración y políticos influyentes para contratarlos si podía".

Igualmente, Zaragoza ha reconocido que autorizó la contratación de dos créditos bancarios, uno por 400 millones de pesetas (2,4 millones de euros) y otro por un importe algo superior, a petición de Clavero, "por necesidades de tesorería, para pagar nóminas y Seguridad Social", aunque no contrastó con el jefe de contabilidad que dichas necesidades fueran reales.

Un informe policial incorporado en la causa recoge que dos días después de la concesión del primero de estos créditos, el exgerente invirtió 1,2 millones de euros en bolsa a través de la agencia Eurosafei.

El responsable de esta firma y otros testigos de las acusaciones y las defensas comparecerán mañana en la tercera sesión del juicio.