El tráfico en la autovía que comunica Alicante y Valencia por Alcoy se incrementó en torno a un 5% el año pasado en su recorrido por la provincia, según los datos definitivos de intensidad viaria publicados por el Ministerio de Fomento. A lo largo de 2014 utilizaron la A-7 entre la capital alicantina y el sur de la provincia de Valencia una media de 16.914 vehículos diarios, aunque con diferencias entre los distintos tramos. Por primera vez desde la apertura de esta vía se han superado los 20.000 vehículos diarios en uno de ellos, en concreto a la altura de Ibi, y en ningún punto se ha bajado de 15.000, lo cual pone de manifiesto una vez más la creciente utilización de este itinerario.

El aumento del tráfico en esta autovía se debe en parte a los trayectos de largo recorrido, con origen o destino las ciudades de Alicante y Valencia o incluso distancias mayores. La A-7 se está consolidando poco a poco como vía principal entre las citadas capitales de provincia, en detrimento de la AP-7 por la costa y de la ruta por Villena y la Font de la Figuera, a través de la A-31 y la N-344. El trayecto que discurre por Alcoy tiene unos 20 kilómetros menos de longitud, con el aliciente de que la vía está en mejores condiciones y no es de peaje. Sin embargo, este incremento de la circulación se produce más por hábito de uso entre quienes ya saben el recorrido, puesto que las indicaciones pueden disuadir de usarla para trayectos largos a quienes no conocen esta autovía.

En el entorno de Alicante apenas hay rótulos que indiquen hacia Valencia por la A-7. Prácticamente toda la señalización hacia la capital autonómica dirige a los conductores a la A-70 y, en consecuencia, a la AP-7; otros orientan a la ciudad del Turia a través de la A-31, y sólo uno, en la Avenida de la Universidad de Alicante, lo hace por la A-7, denominada A-77 en sus primeros kilómetros. Así, quien desde Alicante se dirige hacia Valencia por esta vía lo hace porque ya conoce este itinerario o dispone de un mapa o navegador que le indica que ése es el camino más corto. O, en todo caso, porque sabe que para llegar a la capital de la Comunidad debe pasar por Alcoy, que es la principal indicación que da la señalización de la A-7.

Hasta la semana pasada, ningún cartel en esta vía indicaba «Valencia» ya hasta las inmediaciones de Alcoy, a casi 50 kilómetros de Alicante. Hace muy pocos días se instaló a la altura de San Vicente del Raspeig un cartel que indica 156 kilómetros a Valencia, pero de momento es el único. Ahora bien, esa cifra refleja que esta ruta es notablemente más corta que las más «tradicionales» por la costa y por Villena. En sentido contrario, en las proximidades de Valencia sí hay indicaciones hacia Alicante «por el interior» a través de la A-7, y la ciudad va siendo anunciada de manera continua hasta Xàtiva. Sin embargo, en las cercanías de esta localidad, donde la autovía hacia Alcoy se bifurca de la que sigue hacia Almansa y Albacete -denominada A-35 a partir de este punto-, no se indica hacia Alicante por la primera, sino por la segunda. Además, las únicas indicaciones que se ofrecen, junto con Alcoy, son Ontinyent y Gandia, lo cual hace probable que quienes no dominan la ruta sigan hacia Almansa y acaben en la Font de la Figuera y Villena.

Traspaso no realizado

Contribuye al despiste el hecho de que el tramo entre Xàtiva y Albaida de esta autovía, construido en su momento por la Generalitat, no está señalizado como A-7, sino como CV-40. El protocolo de carreteras suscrito entre el Consell y el Ministerio en 2005 preveía el traspaso de esta autovía al Estado, pero aún no se ha llevado a cabo la operación. La CV-40 mantiene, además, un kilometraje propio, que rompe la continuidad del de la A-7. En esta ruta sólo aparece una indicación a Alicante ya en Albaida, desde donde la autovía vuelve a ser de titularidad estatal.