La Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Alicante ha recibido recientemente una beca de investigación para la búsqueda de tratamientos que permitan mejorar la vida de las personas con VIH.

Y es que estos pacientes suelen sufrir otras patologías como insuficiencia renal, osteoporosis, enfermedad pulmonar obstructiva, así como enfermedades cardiovasculares. Todas ellas «relacionadas con el hecho de que el VIH se comporta como una enfermedad inflamatoria crónica», según explica Sergio Reus, investigador principal del proyecto.

En el Hospital General se han centrado en el estudio de dos enfermedades concretas muy frecuentes en pacientes de VIH, la arterioesclerosis y los trastornos neuropsicológicos. Los resultados del estudio, añade Reus, «podrían tener una aplicación práctica en la mejora de la atención al paciente con infección por VIH ya que permitirían la identificación de aquellos enfermos con mayor riesgo de presentar comorbilidades como infarto agudo de miocardio o ictus y que se podrían beneficiar de una optimización en el tratamiento antirretroviral, de medidas de prevención de enfermedades cardiovasculares, o de atención psicológica».

Por otro lado, «también se abre la puerta a nuevas líneas de tratamiento de la infección por VIH distintas al antiviral, como los tratamientos antiinflamatorios, inmunológicos o los que actúan sobre la flora intestinal».

Este estudio cuenta con la colaboración del servicio de Neurología del Hospital General y de una psicóloga del centro, que están realizando una ecografía de la arteria carótida y test neuropsicológicos a los pacientes. En total se han seleccionado a 80 enfermos y antes de que llegue el verano, los responsables del proyecto esperan tener hechas las ecografías y los test. En total, la investigación se prolongará durante un año.

La Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Alicante puso en marcha en el año 2011 una línea de investigación novedosa en pacientes con infección por VIH, que trataba de profundizar en los motivos por los que estos enfermos presentaban inflamación crónica. El hecho de que la infección por VIH se comporte como una enfermedad inflamatoria crónica «es muy importante porque explica la elevada frecuencia de otras patologías observadas en estos pacientes, como las enfermedades cardiovasculares o la insuficiencia renal».

Con la colaboración del CIBER de enfermedades digestivas, se pudo determinar que la inflamación observada en los pacientes con infección por VIH se debía a un fenómeno denominado «traslocación bacteriana», consistente en el paso de bacterias desde la luz intestinal a la sangre. El tratamiento antirretroviral que se utiliza actualmente es capaz de inhibir la replicación del VIH, pero no logra eliminar completamente la inflamación. Estos resultados han sido comunicados en varias revistas científicas internacionales.