Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Familias al abrigo de un edificio vacío

Personas sin recursos ocupan un inmueble en Carolinas Bajas propiedad de los bancos

Uno de los residentes en el edificio de Carolinas Bajas. pilar cortés

«Corrala PAH Tots», reza en la pancarta hecha a mano que cuelga del edificio de cuatro viviendas del barrio de Carolinas Bajas que desde el jueves de Santa Faz ocupan cuatro familias sin recursos. Desde la Obra Social de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca-Stop Desahucios, que respalda esta iniciativa, indican que el inmueble es propiedad de los bancos y permanecía vacío desde hace años, por lo que promovieron su «recuperación» para dar cobijo a familias sin hogar o desahuciadas de sus anteriores viviendas. En las últimas semanas, han trabajado para adecentar el bloque, con humedades y agua estancada en los bajos, para transformarlo en un hogar. Allí viven como una gran familia.

El edificio está formado por cuatro viviendas, en las que se hospedan una decena de personas, y una planta baja donde se ha habilitado un local social, que sirve de centro de reunión para diferentes colectivos, como Obra Social de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Una gran mesa, realizada con tablas, preside la sala principal. Un librería da paso al pasillo donde se encuentran la despensa, con alimentos no perecederos recogidos por la Red Solidaria Popular para repartir entre familias sin recursos, y un armario con ropa para las familias necesitadas.

Ramón Manzano es uno de los habitantes del tercer piso. Cuenta que trabajó de camarero y cocinero, pero se quedó sin trabajo y acabaron desahuciándolo por no poder hacer frente al alquiler. Fue refugiándose en casa de amigos hasta que el día de Santa Faz encontró su nuevo hogar. «Lo hemos arreglado nosotros», cuenta Manzano. Cuando llegaron, comprobaron que el edificio «había sido expoliado» con anterioridad, por lo que las viviendas no disponen de grifos o pomos de las puertas. Algunas ventanas ni siquiera tienen cristal. Sin grifos, pero con luz y agua, después de conseguir que el suministro hídrico se les repusiera la semana pasada. Así viven las familias, que estas últimas semanas tratan de ir amueblando sus hogares, con objetos y electrodomésticos donados.

«No somos ocupas al uso», sostiene Manzano, quien agrega que «al principio, los vecinos de alrededor estaban muy preocupados, pero han visto que somos familias trabajadoras». Manzano es consciente de que «posiblemente, infringimos la legalidad, pero las leyes se cambian». En esa línea, sostiene que «no aspiramos a la propiedad de las viviendas, sino a un techo digno» e incide en que se trata de un inmueble que permanecía vacío. «Somos los usufructuarios del edificio», agrega.

En otro de los pisos reside un panadero en paro, que perdió el trabajo en 2007. Cuenta que fueron desahuciados por no poder pagar la hipoteca y después de la vivienda de alquiler por no poder hacer frente a las mensualidades. «Es duro verse en la calle», indica otra de las residentes. Demian Atanet, de la Plataforma Vivienda Digna, cuenta que prevé residir allí durante dos meses, mientras ayuda con la carpintería y otras labores para arreglar las viviendas. En su opinión, se trata de un edificio «sociabilizado».

Con esta iniciativa, amparada por la Obra Social de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, se visibiliza el problema de los desahucios. No son las únicas viviendas ocupadas con un fin similar. Como avanzó este diario, la plataforma ya ha realojado a algunas familias sin hogar en situación de extrema necesidad en otras casas vacías de la ciudad procedentes de desahucios, que ahora estaban desocupadas y eran propiedad de los bancos.

Compartir el artículo

stats