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Aguas de Alicante elimina las dietas a sus consejeros

La empresa acepta la propuesta del edil Miguel Ángel Pavón tras absorber por fusión a Emarasa

Victoria moral de Miguel Ángel Pavón, de quien siempre fue la propuesta, pero los consejeros de Aguas de Alicante se quedan sin las polémicas dietas tras aprobarse por unanimidad una propuesta del PP planteada por el edil Luis Barcala durante la reunión en la que ayer se acordó la fusión por absorción de Emarasa en Aguas de Alicante, la empresa matriz. Su consejo no cobrará a partir de ahora los alrededor de 40.000 euros que se embolsaban los miembros por las cuatro reuniones anuales.

Al final, el edil popular Barcala tuvo que ser el que defendiera en el consejo que celebró la empresa mixta Emarasa que los ediles no perciban retribuciones por su asistencia a las reuniones, como venía ocurriendo en las últimas legislaturas. La propuesta salió adelante por la mayoría de los votos de los integrantes del consejo. En esa misma reunión se aprobó por absorción de Emarasa por parte de Aguas Municipalizadas de Alicante Empresa Mixta (Amaem), tal como se decidió en la Junta de Gobierno Local del pasado 14 de abril. Aguas de Alicante gestionará todo el ciclo integral del agua de la ciudad de Alicante y sus diez consejeros -finalmente no se tuvo en cuenta una propuesta de Miguel Ángel Pavón de aumentar a 15 los consejeros y el ahorro por la supresión de las dietas será de unos 40.000 euros al año, que se repartían en los cuatro consejos anuales, en los que cada consejero cobraba por su asistencia a reuniones que en ocasiones no duran ni una hora. El órgano de gobierno está compuesto por cinco concejales y cinco representantes de la empresa.

Miguel Ángel Pavón, pese a aceptarse su planteamiento de eliminar las dietas a los consejeros, no apoyó los nuevos estatutos al no contemplarse la ampliación de consejeros de los 10 actuales hasta el máximo legal de 15 para dar cabida a representantes tanto de todos los grupos políticos como de colectivos ciudadanos y trabajadores de la empresa.

El edil tampoco se mostró de acuerdo con que los estatutos antepongan, según denunció, el beneficio económico de la empresa al beneficio social si el precio del Taibilla sube o si el Ayuntamiento establece una tarifa social del agua, así como con determinadas condiciones ligadas al rescate de la parte privada. Algo que negó el edil Barcala, quien aseguró que en el reparto de los beneficios al Ayuntamiento llegará la misma cantidad o un poco más que a Aguas de Alicante.

Pavón decidió no firmar como consejero de Emarasa el proyecto de fusión con Amaem. El regidor mostró su desacuerdo con los estatutos de la nueva empresa. «Aunque se ha aceptado nuestra propuesta de eliminar las dietas a los consejeros, 1.000 euros por reunión absolutamente injustificados, no se ha aceptado introducir la posibilidad de ampliar el número de consejeros de los 10 actuales al máximo legal de 15 para dar cabida en el consejo a representantes tanto de todos los grupos municipales como de colectivos ciudadanos y trabajadores de la empresa».

El actual concejal de EU y candidato a la Alcaldía por Guanyar Alacant, también justificó su rechazo porque «se anteponga el beneficio económico de la empresa al beneficio social si el precio del agua de la Mancomunidad del Taibillla sube o si el Ayuntamiento establece una tarifa social del agua». Según Pavón, los estatutos fijan que si el Taibilla sube el precio del agua, el aumento se repercutirá a los usuarios vía tarifas y que si el Ayuntamiento establece tarifas que perjudiquen el equilibrio económico financiero de la empresa el Consistorio cubrirá las posibles pérdidas de beneficios.

«No nos parece adecuado en una empresa participada al 50% por el Ayuntamiento de Alicante que no se primen sobre su cuenta de resultados medidas que, como una tarifa social del agua, garanticen que toda la población pueda disponer de un suministro hídrico mínimo», subrayó el edil de Esquerra Unida.

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