El uso del tren para viajar entre Alicante y Barcelona creció de manera exponencial a partir de 1997, con el inicio de los servicios Euromed. Los 91.710 viajeros de 1996 se convirtieron en 122.292 al año siguiente, y a partir de ahí siguió un fuerte y continuo incremento hasta 2002, en que se alcanzó un máximo de 303.969 pasajeros. Sin embargo, a partir de entonces se inició un descenso, también constante, con la sola excepción de un mínimo repunte de apenas 1.500 viajeros en 2011. Al año siguiente se llegó al mínimo de 226.506 usuarios. Por ello, el crecimiento registrado en 2013 es especialmente significativo. Mientras, el aeropuerto barcelonés de El Prat, que se benefició del menor uso del tren, se ha consolidado como el de mayor relación con El Altet en el territorio nacional, pese al descenso de 86.000 viajeros entre 2012 y 2013. El trayecto aéreo tiene menor duración que en tren, pero no ofrece la misma inmediatez en la salida y centralidad en las ciudades. Es previsible, por otra parte, como ya publicó ayer este periódico, que el tiempo de viaje a Barcelona se reduzca notablemente cuando se abra la línea en ancho internacional entre La Encina y Valencia, así como el tramo pendiente en Tarragona. A. T.
