Suma y sigue. La sociedad Avant, de la que forman parte el Ayuntamiento de Alicante y, entre otros, Adif, se ha encontrado con una nueva piedra en el camino para ejecutar la conexión del antiguo paso a nivel de Ausó y Monzó con el barrio de San Blas, que debe poner fin a la división que sufre una parte de la ciudad desde hace más de 50 años. Retiradas las vías y desafectado para el uso ferroviario el suelo donde se debe trazar el viario (dos carriles para vehículos, aceras y zonas ajardinada), Adif reclama ahora «garantías legales» para permitir que se pueda trazar el viario por el suelo que sigue siendo de su propiedad. Una especie de servidumbre de paso que vuelve a bloquear el proyecto. En los barrios afectados se ha extendido el rumor que el tema no avanza porque Adif pretende cobrar un canon económico. Desde Adif lo han negado categóricamente pero el tema sigue estancado y la disculpa ya no son las vías.
