Sería «injusto» elegir la mejor calle de Alicante, afirma el presidente del Colegio de Arquitectos de Alicante, Antonio Maciá, que apunta que por actividad comercial podría ser Maisonnave, por su oferta de restauración Castaños, por el mar y la luz la Explanada, por su historia el Casco Antiguo o Benalúa por sus espacios urbanos. Lamenta que el desarrollo urbanístico de Alicante se trazó en los setenta de forma clara «sin embargo se ha ajustado más a modelos especulativos que a aquellas directrices generales. La consecuencia del modo de ver el desarrollo de la ciudad desde la especulación es una ciudad sin identidad y entendida como una suma inconexa de actuaciones», advierte.
Alaba las actuaciones de la Concejalía de Imagen Urbana para mejorar plazas y calles; y lamenta otras como la calle San Francisco, rebautizada por los alicantinos como «de las setas».
Maciá puntualiza que la actuación más importante «está por venir» porque es la que debe recoger los parámetros del modelo de ciudad.
Trabajar a largo plazo
«Actualmente, a través de sus gestores, la ciudad tiene la oportunidad de conseguirlo si es capaz reconducir la situación del nuevo plan general después de la paralización de la anterior propuesta. La implicación de los representantes de la ciudad es fundamental, pero tienen que entender que deben trabajar hoy para obtener frutos en el futuro y no a corto plazo, esto es fundamental». Y tiene claros cuáles son los parámetros que llevarán a una coherencia a la hora de ver Alicante, se trata de «modelos sostenibles, modelos de ciudad eficiente, donde los planteamientos relacionados con la optimización de recursos y el ahorro de energía primen», destaca el presidente de los arquitectos.
