¿Cuánta gente viaja en el dispositivo puesto en marcha por Bomberos sin Fronteras para atender a las víctimas del terremoto?
En total viajamos nueve bomberos rescatadores, dos guías caninos con sus perros y un sanitario. Llevamos material sanitario y de rescate para trabajar en la zona.
¿Cuánto va a durar la misión humanitaria?
Todavía no lo sabemos, todo depende de lo que nos asigne Naciones Unidas, ya que trabajamos bajo su dirección. Cuando aterricemos en Katmandú tenemos que registrarnos en la oficina de coordinación de Naciones Unidas y trabajar bajo su coordinación.
¿Es la primera vez que trabaja ayudando a las víctimas de una catástrofe natural?
Es la primera vez que trabajo en una misión de estas características, aunque ya he colaborado antes con esta ONG. Estuvimos en la República Dominicana impartiendo formación al cuerpo de bomberos de este país.
¿Qué espera encontrar cuando lleguen a la zona?
Espero encontrar una situación similar a la que muestran las imágenes que he visto en los medios de comunicación. Caos, desorganización... Nos han contado que la gente vive literalmente en la calle por miedo a que vuelvan a repetirse réplicas del terremoto. También que están empezando a sacar a sus familiares muertos a la calle a la espera de que se los lleven para evitar contagios.
¿Se siente nervioso ante esta primera misión humanitaria?
No, sorprendentemente me siento muy tranquilo. Ya veremos cuando lleguemos a la zona.
¿Cuál será la prioridad cuando comiencen a trabajar sobre el terreno?
Ya llegamos tarde en cuanto a localización de personas debajo escombros. Conforme pasa el tiempo hay menos esperanza de encontrar supervivientes entre los edificios derruidos, aunque se han dado casos de gente que ha sobrevivido 7 y 8 días. En este sentido, la prioridad será la de localizar gente con vida y cuando nos digan que hay otro tipo de prioridades actuaremos en los temas sanitarios o de potabilización de agua.
¿Está colaborando España con el envío de equipos, material...?
Sólo somos dos las ONG españolas que nos estamos moviendo. El Gobierno tampoco ha movilizado ningún dispositivo, sólo un avión con ayuda humanitaria.
¿Ha sido fácil cumplir con todos los trámites para salir del país?
Nada fácil, nos ha costado muchísimo. Los trámites han sido muy complicados, también coordinar los vuelos ha sido difícil. Al principio íbamos a salir de Madrid, después de Barcelona... También nos ha costado mucho poder tener todos los papeles para viajar con los perros, así como los requisitos para entrar al país y conseguir el permiso de Naciones Unidas.
¿Cómo será su día a día allí?
Llevamos tiendas y comida para tres o cuatro días de forma que somos totalmente autónomos. Después ya se irá viendo porque allí está todo devastado.
¿Teme que haya nuevas réplicas?
En estos momentos no se piensa esas cosas. Te vas y sólo piensas en lo que vas a hacer cuando llegues allí.
¿Qué le ha dicho su familia?
Automáticamente me dijeron que no me fuera. Pero tienen que entender que si nos ocurriera algo parecido nos gustaría que viniera gente de otros países a echarnos una mano.
