Un abogado que defienda los derechos del menor en los procesos de separación. Juristas reclamaron ayer la creación de esta figura para mejorar la defensa de los niños en estas situaciones, durante la segunda jornada del Congreso Internacional Custodia Compartida y Protección Jurídica del Menor, que se clausuró en Alicante.

La abogada Mª Paz Antón Moreno, especialista en derecho de familia, expuso en su ponencia «La necesaria protección del menor en el ordenamiento jurídico. La figura del defensor del menor en los procedimientos judiciales», que se cuentan con los instrumentos necesarios para proteger al menor, pero no se utilizan, y que se necesario que los niños cuenten con un abogado defensor y que sean escuchados.

Antón destacó que en el ordenamiento español «el ministerio fiscal es quien defiende al niño, pero muchas veces no aparece o bien toma la posición de un juez, escucha las partes, ratifica el informe de los equipos psicosociales y punto, cuando realmente el fiscal puede operar dentro del proceso como cualquier letrado, puede ampliar la demanda, puede reconvenir, plantear cuestiones preliminares, instar incidentes, puede pedir prueba anticipada, pero sinceramente yo no le he visto esto. Es una defensa pobre, que debe ser por el volumen de trabajo o por lo que sea, pero es así».

Defensora del Pueblo

La letrada apuntó que hay voces tanto a nivel nacional como internaciones que reclaman la necesidad de una defensa del menor independiente, poniendo de ejemplo las recomendaciones de la Defensora del Pueblo de 27 de mayo de 2014, que viene a proponer la figura del abogado del turno de oficio para que vele por esos derechos del menor y que escuche al niño.

La Defensora del Pueblo recomienda que todos los menores en procesos de protección puedan acceder a un abogado de oficio, desde el momento que sean declarados en desamparo; propone nombrar un defensor judicial cuando el menor y el fiscal discrepen sobre lo que le conviene a su superior interés en procesos de familia; y pide eliminar los criterios de edad y que se le suponga al menor capacidad para tener juicio propio, a no ser que un informe técnico acredite su falta de madurez.

Juicios rápidos

Igualmente durante el coloquio posterior se destacó la necesidad de que los procesos de separación se resuelvan rápidamente y no pasen meses hasta que se establezca la custodia, ya que en ese intervalo los niños padecen grandes presiones, manipulaciones y sufrimientos.

El cierre de este congreso internacional, organizado por la Asociación Custodia Compartida, colectivo que defiende este modelo como fórmula preferente, también contó ayer con la intervención de José Manuel Aguilar Cuenca, psicólogo forense que ofreció la ponencia «Protocolos para la práctica de las pruebas periciales psicosociales en los procesos de familia», y la de Arantxa Coca, psicóloga y pedagoga, con «El conflicto de lealtades en los procesos de divorcio. Medidas de protección para el menor».