La empresa promotora del macrocentro comercial en Rabasa, Alicante Avanza, admitió ayer, tras una reunión con UPyD, que la previsible incorporación de cambios sustanciales en el proyecto tras las alegaciones obligará a someterlo a una segunda exposición pública, por un periodo de 20 días, como exige la normativa de las Actuaciones Territoriales Estratégicas. Eso ocurrirá una vez que el Consell estudie todas las alegaciones e informes (entre ellos los del Ayuntamiento y el comercio) y emita el dictamen con sus exigencias. Todo indica que los cambios que se requerirán serán sustanciales, teniendo en cuenta que el Consell tal y como publicó este diario se mostró abierto a modificar el proyecto con base en la alegación municipal. La empresa, no obstante, indica que no habrá certeza hasta entonces.

«Parece que sí, pero no lo sabemos todavía y, en cualquier caso, nos parece perfecto que si como consecuencia de este proceso hay cambios sustanciales se someta a exposición pública» de nuevo, indicaron desde Alicante Avanza. La mercantil agregó que tras las reuniones que mantendrán con diferentes colectivos políticos, sociales empresariales y comercio también elevará su propio informe al Consell con los cambios y propuestas que «son asumibles y cuáles no». En esa línea, la mercantil reiteró ayer su disposición a «intentar llegar a un punto de encuentro» sobre el polémico proyecto con los diferentes colectivos, entre ellos el comercio, con el que tiene previsto reunirse. Desde la mercantil, no obstante, siguen sin dar una respuesta a si estarían dispuestos a reducir la superficie comercial y en qué medida. Mientras, siguen supeditando cualquier modificación a la rentabilidad económica del plan.

Desde Alicante Avanza aclaran que ese «punto de encuentro» al que se refieren, podría pasar por una reducción de la superficie, así como «por una especialización del comercio que se instale, por una mayor definición o por otras actuaciones», algo que, indicaron, «todavía no lo sabemos porque no nos hemos sentado con el colectivo afectado, que son los comerciantes». La cuestión es hasta dónde. Según avanzaron los comerciantes, tras una primera toma de contacto el lunes con empresa y Ayuntamiento, «difícilmente puede haber consenso» teniendo en cuenta la firme postura del colectivo «Ikea sí, macrocentro no» y la negativa de la empresa a retirar el proyecto, que el Consell impulsa como Actuación Territorial Estratégica.

En la reunión de ayer, el portavoz de UPyD, Fernando Llopis, pidió a Alicante Avanza una reducción de la superficie comercial y, según la impresión del edil, desde la empresa «asumen que tendrán que replantearlo». Llopis también reclamó una mayor definición y concreción del parque científico así como un estudio de viabilidad económica sobre el mantenimiento del parque público de las Lagunas de Rabasa. Un parque que desde Alicante Avanza aseguran están dispuestos a «reconsiderar», pero sin concretar cómo o en qué medida. Llopis también reclamó a la promotora medidas e inversión para promocionar el comercio urbano como compensación. Sobre la mesa se llegó a plantear por parte de la empresa, la posibilidad de ofertar alquileres económicos para el comercio urbano en el macrocentro, si bien Alicante Avanza matizó después a este diario que «simplemente fue un comentario, a modo de ejemplo, sobre diferentes posibilidades» y apuntaron que la empresa no sería el «explotador final» y no puede comprometerse a ello.

Llopis también les trasladó su convicción de que el proyecto debería tramitarse como un PAI, pero «ellos mantienen su idea del ATE». Con todo, según Llopis, desde la mercantil mostraron «un talante negociador y disposición a escuchar». Sobre la falta de referencia expresa a Ikea en el plan, el portavoz de UPyD sostiene que la mercantil le confirmó la existencia de documentación en los que figura la mercantil, pero «que no son públicos».