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La caída de cascotes obliga a cubrir con una red la cubierta del Mercado Central

Los comerciantes instan a reparar cuanto antes los elementos ornamentales deteriorados

El Mercado Central es un Bien de Interés Cultural con casi un siglo de vida y uno de los edificios civiles más relevantes de Alicante pero su deterioro avanza a pasos agigantados. Lo prueba la reciente caída de cascotes desde lo más alto de la fachada que ha obligado a colocar una malla envolviendo la cubierta por seguridad, contratiempo que se suma a las fisuras detectadas por los técnicos del departamento de Conservación de Inmuebles el pasado verano en la fachada principal. La última vez que se hizo una reforma integral del inmueble de Alfonso El Sabio fue hace más de veinte años.

La intervención en lo más alto del edificio del Mercado se realiza desde el lunes con una grúa cesta desde la que dos operarios del área de Atención Urbana colocan una red de protección para impedir nuevos desprendimientos desde los elementos ornamentales que coronan la cubierta (unas esferas de piedra) como los que se han producido recientemente y con ello evitar el riesgo de que pueda afectar a algún viandante. La orden de actuación partió desde el área de Conservación de Inmuebles que dirige la concejala Oti García-Pertusa. «Se ha colocado una red protectora para que no haya peligro porque se cayeron cascotes y parte de una especie de columna de la entrada del Mercado, y lo que debe primar es la seguridad ciudadana. Hemos seguido todos los pasos y se va a reparar en breve. Lo hará Atención Urbana, que se encarga de arreglar las viviendas y edificios que dependen del Ayuntamiento», explicó la edil.

Conservación de Inmuebles ya ha emitido la orden de reparación, pero ninguno de los dos departamentos concretó ayer con exactitud cuándo se procederá al arreglo del deterioro que sufren los elementos ornamentales situados en lo más alto del Mercado, que se han descascarillado.

Los técnicos municipales constataron el creciente deterioro del Mercado Central en una inspección que realizaron en 2014, tras la que elaboraron un informe dando cuenta de la presencia de grietas en la fachada e instando a tomar medidas para frenar el deterioro. Las fisuras de detectaron entre los muros de ladrillo, en la piedra de las paredes laterales, en las entradas principales y en las cornisas, y en algunas de ellas se colocaron testigos para controlar su evolución. La edil de Conservación de Inmuebles señaló entonces que no había peligro pero que era necesario actuar para evitarlo.

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Los comerciantes instan a reparar cuanto antes los elementos de la cubierta que están deteriorados y que han quedado revestidos con telas de protección en una intervención que concluirá hoy. «Debido al desconche que ha habido en los elementos decorativos y por el peligro de desprendimiento se han protegido con esta red que se quedará permanente hasta que decidan qué hacer y lo arreglen. Esperamos que sea poco tiempo dada la categoría del edificio, un Bien de Interés Cultural protegido por la Generalitat», apuntó el presidente de la Asociación de Concesionarios, Domingo Martínez. El Ayuntamiento lleva más de 5 años con mallas sobre su fachada y también la sede del Consell lleva tiempo cubierta por una red.

Los operarios de Atención Urbana han aprovechado para retirar algunos elementos «que no estaban en condiciones de estar» y parte del embellecedor de luces artísticas que realzaba la fachada por la noche pero que llevaba tiempo sin encenderse por ahorro energético y que molestaba a la hora de actuar sobre los elementos decorativos. El Mercado es un edificio de estilo ecléctico con ornamentos modernistas que fue proyectado por el arquitecto Enrique Sánchez y construido en 1921 por el arquitecto Juan Vidal.

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