Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Júcar decreta la emergencia por la sequía y aboca al campo a restricciones este verano

La CHJ decreta los estados de emergencia y alerta ante precipitaciones entre un 30 y un 60 % por debajo de lo normal

Almendros afectados por la sequía en la Vega Baja. LOINO

El campo vuelve a mirar al cielo con ansiedad. La acuciante falta de lluvias que registra la provincia amenaza con provocar restricciones en el campo este verano, según figura en el informe de sequía de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

El organismo de cuenca ha decretado los estados de emergencia y alerta en todas las unidades de explotación de agua de la provincia, de modo que si no llueve en las próximas semanas la situación se presenta complicada.

El nivel de emergencia es el más grave y supone restricciones de agua en los regadíos y posibles disminuciones de dotaciones de agua en aquellos núcleos urbanos que no dispongan de conexión a pozos o desaladoras. En este estado se encuentran las comarcas de la Marina Alta, la Vega Baja, el Vinalopó y l'Alacantí.

Por su parte, el nivel de alerta plantea un aumento de extracciones de agua subterránea, incremento de reutilización de aguas depuradas, explotación máxima de desaladoras en verano, reducción de dotaciones para regadío y un seguimiento detallado de la situación. En esta situación se hallan las comarcas de la Marina Baixa y l'Alcoià.

El valor medio de precipitaciones acumuladas en la provincia en lo que va de año hidrológico (1 de octubre de 2014 a 30 de septiembre de 2015) se sitúa por debajo de los niveles normales, según confirma el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina.

«La situación más intensa se vive en la Marina Baixa, L'Alacantí, Baix Vinalopó y la Vega Baja, es decir, en la franja litoral más meridional. Es aquí donde el volumen de lluvias acumulado hasta el momento están entre un 30 y 60 por ciento por debajo de lo que debería haber llovido», sostiene. De hecho, la única comarca que se libra de estos malos datos es la de l'Alcoià-El Comtat.

El geógrafo recalca que, a fecha de hoy, el consumo urbano de agua en la provincia está garantizado para el próximo verano. «Otra cosa es el secano y el regadío que, si no llueve en las próximas semanas, van a verse afectados», añade.

El problema es que la sequía actual se arrastra desde el otoño de 2013, cuando comenzó el actual ciclo de menor precipitación, recuerda Olcina. Una situación insostenible para el campo, donde los agricultores se encuentran con la tesitura de abandonar las tierras o afrontar el gasto que implica su regadío.

Y es que el año hidrológico 2013-2014 fue mucho más seco que el actual y registró los mínimos históricos de precipitación.

La propia Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), indica que en la semana del 8 al 14 de abril la provincia se encontraba entre las pocas de España en las que no había caído ni una sola gota, de modo que el año hidrológico en el conjunto del país se sitúa un 4 por ciento por debajo de los niveles normales.

Por su parte, el presidente de Asaja, Eladio Aniorte, asegura que en estos momentos existe menos reserva de agua y hay que ser prudentes porque «si no llueve la situación en la provincia se va a poner dura». No obstante, el dirigente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores aprovecha para lanzar un dardo a la CHJ: «Creo que es una triquiñuela de la Confederación, una estrategia para que no pidamos agua a Valencia porque está siempre diciendo que no tiene, cuando no es así, el río tira agua al mar».

Compartir el artículo

stats