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A fondo

La falta de trabajo y la precariedad abocan a 6.749 alicantinos a emigrar al extranjero

El número de emigrados en la provincia durante los últimos dos años y medio rebasa al de comunidades autónomas completas, como Castilla-La Mancha, Aragón y Castilla y León

La alicantina Míriam Hernández, sobre un quad en el desierto de Abu Dhabi. información

La recuperación económica continúa sin llegar a cientos y cientos de familias de la provincia. Desde el estallido de la crisis, hace ya siete años, miles de alicantinos se han visto obligados a emigrar al extranjero en busca de un futuro alentador. Muchos lo han conseguido. Otros, por el contrario, emprendieron un camino de ida y vuelta. El Gobierno central acaba de poner ahora cifras a parte de esas salidas. Desde 2012 -con la recesión en uno de sus momentos más álgidos- hasta el primer semestre de 2014 -últimos datos disponibles- fueron 6.749 los españoles censados en la provincia que emprendieron rumbo a otro país. Así consta en una respuesta que el Ejecutivo central ha facilitado al diputado socialista en el Congreso Miguel Ángel Heredia.

El parlamentario malagueño se interesó en la Cámara Baja por el número de ciudadanos que habían abandonado España desde 2012 y preguntó las causas. Ahora, el Gobierno acaba de responderle, pero sólo a una de las cuestiones. «Dado que no se dispone de emigraciones desglosadas por causa (...), se muestra en la siguiente tabla el total de emigraciones al extranjero de personas con nacionalidad española», reza la respuesta, fechada el pasado 20 de marzo y a la que ha tenido acceso ahora este diario.

La información está dividida por provincias. Y en ella se puede apreciar que la de Alicante es, con diferencia, una de las regiones españolas con más emigraciones. En 2012 se marcharon 2.242 alicantinos, en 2013 la cifra se elevó hasta las 2.870, mientras que en los seis primeros meses de 2014 fue de 1.637. En total, 6.749. Este guarismo consolida a la provincia como la cuarta con más marchas, sólo superada por Madrid (41.995), Barcelona (24.808) y Valencia (9.668). El dato de Alicante es incluso superior al de 13 ciudades autónomas o comunidades completas. Entre ellas, algunas de peso, como Castilla y León (6.017 emigraciones en ese tiempo entre todas sus provincias), Castilla-La Mancha (4.695) o Aragón (3.647).

Buena parte de todas estas salidas tienen un factor común: la búsqueda de un trabajo. La crisis económica ha golpeado de lleno a las familias y muchas de ellas no tienen a ninguno de sus miembros trabajando. Según la última Encuesta de Población de Activa (EPA), al cierre de 2014 se encontraban en esa situación 77.900 familias alicantinas. Y de ellas, en 50.200 no entraba ningún ingreso. ¿Por qué? Porque ya habían agotado todas las prestaciones por desempleo.

Ante las dificultades para encontrar un trabajo estable, muchos ciudadanos han optado por marcharse. También lo han hecho muchos otros que sí tenían el «privilegio» de estar contratados, pero en condiciones precarias. Según datos del propio Gobierno, nueve de cada 10 nuevos contratos que se formalizan en la provincia tienen el sello de la temporalidad. De ahí que una gran cantidad de personas, sobre todo jóvenes, hayan emprendido rumbo a un país foráneo en busca del futuro que no ven en España.

Reacciones

Gabriel Echávarri, compañero de Miguel Ángel Heredia en la bancada socialista, aseguró ayer que los datos facilitados por el Gobierno suponen «un drama para la provincia de Alicante». «Hemos pasado de ser una tierra de oportunidades a un lugar donde es difícil encontrar una salida laboral», aseguró. El diputado instó tanto al Ejecutivo central como a la Generalitat a «centrar todos sus esfuerzos en frenar esta sangría», a la vez que les reclamó que promuevan convenios para incentivar el autoempleo. «Hay que trabajar conjuntamente con las universidades y dar apoyo a los jóvenes que quieren emprender», concluyó.

El vicesecretario de Economía del PSPV y cabeza de lista por Alicante a las Cortes, Julián López Milla, también lamentó ayer la fuga de alicantinos. «La realidad es que miles de ciudadanos están abandonando nuestro mercado laboral por varios motivos, bien porque se trasladan a otra comunidad o a otro país, bien porque se han desanimado y han dejado de buscar un puesto de trabajo», señaló en un comunicado.

López Milla agregó que las políticas del Consell «no crean empleo, sino que reducen el paro a base de expulsar trabajadores del mercado laboral».

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