Si en la Navidad de 2012 fue el número 18 de la calle José Luis Barceló, en Nueva Alcolecha, el desalojado por ruina inminente, ahora le ha tocado el turno al número 10, tan deteriorado y peligroso como su gemelo por el riesgo de desplome de las escaleras. Esta semana desde el Patronato de la Vivienda se ha procedido al desalojo de las 32 familias que lo ocupaban, algunas de las cuales andaban ayer sacando muebles o ropa de sus pisos y, en más de un caso, llevándose los marcos de puertas, cobre o cualquier material que luego se pueda vender. Así, por ejemplo se podía ver a uno de los propietarios, pico en mano, tirando paredes para hacerse con el metal de las tuberías.
Pese a las pintadas contra el desalojo en las fachadas del edificio, y frente a las protestas de 2012 en el bloque de al lado, en esta ocasión ha primado la tranquilidad. Según el gerente del Patronato de la Vivienda, Gaspar Mayor, «se ha realojado prácticamente a todas las familias» añadiendo que para ello se han destinado 9 viviendas del Patronato, 3 del EIGE (antiguo IVVSA), 11 de entidades financieras, un alojamiento social, «y hay 5 ó 6 renuncias y otros 4 a los que se les está ayudando en la búsqueda de casa». Los vecinos han asumido el desalojo pero no sin quejas. José Herrera, por ejemplo se quejaba ayer de que «llevo 12 años aquí, en una propiedad de mi hermano y mía y me dicen que no tengo derecho a nada porque mi hermano tiene dinero». O José Domingo, quien comentaba que «tenía dos pisos aquí míos y ahora me han dado un piso de alquiler por el que además tengo que pagar 50 euros». Stop Desahucios también ha ayudado en el realojo de un par de familias.
El bloque se tapiará hoy y será demolido «en un mes o mes y medio», según Gaspar Mayor.
