El parque urbano inundable La Marjal, el primero en España de sus características, ya es una realidad tras casi dos años de obras. Aguas de Alicante y el Ayuntamiento de la ciudad inauguraron ayer un proyecto en la Playa de San Juan ideado para satisfacer una doble función: evitar las riadas y sus consecuencias en una zona que ha sufrido multitud de inundaciones y además habilitar un espacio verde para los vecinos.

El alcalde de Alicante, Miguel Valor, junto al director general de Aguas Municipalizadas de Alicante, Joaquín Marco, la consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, la directora general de concesiones en España de Agbar, Asunción Martínez, y miembros de la corporación alicantina visitaron la mañana del sábado la nueva infraestructura, que abrió ayer sus puertas a los alicantinos.

La obra, ubicada en el PAU 5 y con un presupuesto de 3,6 millones de euros, ha sido financiada por Aguas de Alicante. Esta infraestructura es «única» -según sus promotores-, ya que dispone de una función contra las inundaciones y además de una zona verde de esparcimiento. El nuevo espacio, que destaca por su sostenibilidad medioambiental, puede almacenar hasta 45.000 metros cúbicos de agua, aproximadamente unas 18 piscinas olímpicas. Una cantidad que busca evitar aquellas imágenes que se han repetido durante años, de viviendas inundadas en la «zona golf».

El parque urbano cuenta con un diseño particular para «ejercer» como depósito de las aguas pluviales que se puedan acumular en la parte baja de la avenida Pintor Pérez Gil ante un episodio de lluvias de fuerte intensidad. Una vez almacenada el agua, se puede vaciar a través de la red existente en la calle Oviedo, mediante válvulas motorizadas, o ser aprovechada como agua de riego. La nueva zona recibe su nombre de los marjales, sistemas naturales habituales del litoral mediterráneo, reguladores de los ciclos hídricos. «Se trata de depresiones separadas del mar por una cadena de dunas que en épocas de lluvias acumulaban los caudales procedentes de sus cuencas naturales», explican desde el Ayuntamiento.

La nueva zona verde trata de recrear las imágenes propias de las zonas de ribera, de la montaña y de las terrazas agrícolas. Para ello los expertos, según fuentes municipales, han seleccionado especies arbóreas y arbustivas. Por su parte, el estanque central está rodeado de un espacio perimetral de vegetación en la que se da una variada mezcla de especies acuáticas y palustres, preparadas para la nidificación de las aves.

El parque, totalmente accesible al carecer de rampas pronunciadas, dispone también de aparatos para hacer gimnasia.