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Un centenar de familias clama contra el ruido de la estación del AVE

Los vecinos denuncian ante Adif las vibraciones que genera el transformador de energía

Un centenar de familias clama contra el ruido de la estación del AVE

Las buenas vibraciones se quedaron en el disco de los Beach Boys. Algo así deben estar pensando las más de cien familias del entorno de la estación-término de Alicante, en concreto, tres comunidades de vecinos de la calle Bono Guarner, desde que hace ya casi dos años -se cumplirán el próximo mes de junio- el exitoso AVE comenzara a conectar Alicante con Madrid. Los ruidos de la propia operativa ferroviaria ruidos se soportan con mejor o peor humor, pero lo que resulta ya insoportable, según denuncia José Valls, improvisado portavoz de los vecinos, son las vibraciones del transformador de energía eléctrica que Adif construyó aprisa y corriendo en el lateral de los andenes del AVE, pegado al muro de Bono Guarner. La infraestructura carece, según los afectados, de la insonorización correcta y está fijada a una base que no evita que las vibraciones se dejen sentir en los pisos de una parte de calle donde residen cien familias en los edificios Serpis, Segura y Júcar.

Se trata, dicen, de un movimiento leve, pero que termina metiéndose en el cuerpo y sacando de quicio a los afectados, que han visto como sus quejas se han guardado en el cajón porque el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) considera, tras realizar «sus mediciones», que todo es legal y no debe corregir nada. Ahora los vecinos meditan pedir ayuda al alcalde Miguel Valor, pero tampoco confían mucho porque los medidores acústicos de la Policía Local no pueden detectar esas microvibraciones «que pueden parecer incluso aceptables si los sientes un rato, pero 24 horas al día todos los días del año resultan insoportables», lamentó ayer José Valls. «Cuando me compré el piso hace más de veinte años sabía que lo hacía frente a una estación de trenes y asumí el riesgo, pero esto es algo nuevo y además el transformador está mal hecho. Ese es el problema».

Por otro lado, a los dos años de molestas vibraciones generadas por el centro de transformación, se suma ahora el impacto que puede provocar, según Valls, el proyecto para construir en la zona una subestación eléctrica para apoyar el desarrollo urbanístico en los terrenos soterrados en los accesos ferroviarios a Alicante. Subestación a la que se suma la torre de 20 alturas que la sociedad Avant proyecta en la plaza de la Estrella. «Una aberración urbanística total», sentenció el portavoz de los vecinos afectados.

Lo cierto es que la queja por las vibraciones y el ruido que se genera en la estación no son nuevas. Las medidas adoptadas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para tratar de reducir los ruidos que se producen en la estación-término de Alicante, tras la reordenación de los accesos para la llegada del AVE, tampoco convencen a los vecinos de Bono Guarner -calle más afectada al estar pegada a los andenes-, que ven con desolación que el problema más urgente sigue sin resolverse. Las mediciones acústicas realizadas confirmaron que un compresor utilizado para limpiar los trenes continúa metiendo más ruido que el permitido y tampoco se ha cubierto, tal como se comprometió el Ministerio de Fomento con los residentes.

Adif -titular de la estación de alta velocidad de Alicante- anunció en septiembre de 2013 la puesta en marcha de un paquete de medidas para tratar de reducir los ruidos que se generan en la estación desde que a principios de ese año se aceleraran las obras para la llegada del AVE, y que continuaron tras la apertura de la línea con Madrid. Adif ordenó la eliminación de la megafonía nocturna que anuncia la llegada y salida de los trenes y que el lavado de los cercanías de Elche/Murcia se realizara con los motores apagados, pero el ruido, aunque se reduce, continúa molestando por la noche.

Renfe ofrece once servicios diarios de AVE en cada sentido al día y dos millones de plazas al año. Los trenes pueden circular con puntas de 300 km/hora en todo el corredor ferroviario, lo que ha permitido que algunos AVE cubran el recorrido en 2 horas y 5 minutos. En total, Renfe oferta 22 servicios diarios entre Alicante y Madrid, de los que 18 los cubren los AVE y 4 los Alvia. En Alicante «duermen» muchos de estos trenes que necesitan un mantenimiento que se hace, a veces, de madrugada.

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