Apenas un 1,5%, pero el entorno del Mercado Central es el único punto de la Zona de Afluencia Turística (ZGAT) donde los cierres de negocios han aumentado en el último año, según el informe de la Concejalía de Comercio. Afecta a las calles San Vicente, García Morato, Manuel Antón, Benito Pérez Galdós o Poeta Carmelo Calvo, donde hay 279 establecimientos cerrados, lo que supone el 23,9% del total censado, la tasa más alta de los barrios céntricos de Alicante. En general, es la zona que registra el peor resultado del bienio de existencia de la ZGAT, con 31 aperturas por 45 cierres de comercio y hostelería. «Vemos que no se ha frenado del todo el deterioro del sector en la zona pero el Ayuntamiento, con diversas actuaciones, invierte para lograrlo», afirma la edil de Comercio, Belén González. Está pendiente, por ejemplo, la reforma de la calle Pintor Velázquez para ampliar las aceras y dotarla de arbolado.

En el extremo contrario se encuentran el centro tradicional y el Casco Antiguo, donde se ha incrementado en un 7% el número de locales con actividad, con 791 y 244 en estos momentos, frente a los 739 y 228 de hace dos años, cuando la zona fue declarada de Gran Afluencia Turística. En el centro tradicional se considera de especial relevancia el repunte de actividades comerciales en la Rambla e incluso la Explanada, «muy importantes para los comerciantes, por tradición y porque el eje se había trasladado hacia Maisonnave. En la Rambla hubo un momento de declive que coincidió con la conquista de locales para uso bancario, con lo que a partir de las 15 horas, tras el cierre, no había movimiento», añade la concejala.

En este sentido, la Zona de Gran Afluencia Turística ha conseguido, dijo, tímidos brotes verdes en el centro de Alicante gracias también a las actuaciones de urbanismo comercial. El informe recoge las obras ejecutadas por el Ayuntamiento desde 2006 en el centro de Alicante, un total de 20, por un importe de 6, 2 millones de euros, de los que 4,1 fueron aportados por las arcas municipales y el resto por otras administraciones y entidades; y estudia con distintas variables, entre ellas entrevistas a los presidentes de las asociaciones de comerciantes, los resultados que han tenido. Revela, por ejemplo, que en once calles en las que se ha hecho alguna obra de mejora la tasa de operatividad (tiendas abiertas) supera el 81%, por encima de la media de la ZGAT. En cinco calles se considera que las obras han permitido incrementar notablemente la afluencia de peatones, pero en diez se considera baja.

La tónica en estos dos años en la Zona de Gran Afluencia Turística es la transferencia de actividades, con numerosos establecimientos comerciales que han pasado a ser restaurantes y viceversa; el fracaso de la venta de cigarrillos electrónicos; la proliferación de las tiendas low cost, y la diversificación, sobre todo en restauración, con más oferta de cocina low cost y de nuevas ideas gastronómicas más allá de las tradicionales tapas.