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Vicente Sabater. Economista y miembro del Instituto de Investigaciones Turísticas

«El Imserso no es sostenible porque el precio apenas cubre los gastos»

La decisión del Gobierno de modificar el modelo del turismo social que financia el Imserso ha provocado una auténtica revolución en el sector hotelero español

Vicente Sabater. ISABEL RAMóN

¿Cuál es su opinión del modelo del turismo del Imserso y su repercusión en la Costa Blanca? El modelo ha venido cumpliendo su propósito de reducir los efectos negativos de la estacionalidad al permitir a los hoteles y servicios auxiliares, por un lado, una mejor amortización de la inversión al poder disfrutar de períodos de generación de ingresos más largos en el año y, por el otro, poder ofrecer un servicio de mayor calidad al disponer de una mano de obra más cualificada y productiva al garantizase una mayor estabilidad en el empleo. A todo esto hay que sumar el beneficio del Estado, dado que este programa supone un retorno en IVA superior a la cantidad invertida y evita el tener que pagar prestaciones por desempleo en temporada baja.

Un modelo que quiere cambiar el Gobierno primando la oferta de los hoteles de 4 estrellas.

Posiblemente se intenta primar una oferta de mayor calidad para las personas mayores, pero en la Costa Blanca encontramos también unos buenos niveles calidad en los hoteles de 3 estrellas. Dejar fuera a estos establecimientos incumpliría uno de los objetivos básicos del programa como es el de la creación de empleo en temporada baja. Algunos de estos hoteles ya han tenido dificultades durante la crisis para competir vía precio y esto puede suponer un duro revés para su sostenibilidad.

Y todo con un precio de 20 euros por tres comidas y alojamiento ¿Es sostenible?

Está claro que no porque el precio apenas cubre los gastos. Sin embargo, hay que ver el aspecto positivo en el cómputo anual, por ejemplo, en lo relativo al personal, dado que permite mantener a la plantilla todo el año y esto se materializa en un mayor compromiso y en una mejor formación de los empleados. No cerrar en temporada baja permite la comercialización de las plazas por otros canales a un precio acorde al mercado, lo que ayuda a compensar los menores ingresos del programa.

¿Se le ocurre alguna fórmula para que los hoteles pueda vivir sin cerrar en invierno?

La desestacionalización es el gran reto para el sostenimiento de los destinos de sol y playa. Para conseguirla es preciso un cambio de mentalidad en el conjunto de la sociedad, que fomente la demanda todo el año y permita ofrecer un servicio anual que cubra las expectativas más diversas. Todo esto pasa por crear una cartera de servicios que amplíe la oferta integrando las nuevas necesidades de los clientes y que sea atractiva para captar la atención de turistas diferentes que no buscan sol y playa.

Por ejemplo.

Se ha hablado mucho en los últimos años de orientarse hacia el turismo de negocios, urbano, gastronómico, cultural, deportivo, de salud como si fueran incompatibles entre sí, cuando la Costa Blanca cuenta con unas infraestructuras capaces de ofrecer un servicio de calidad en muchos de estos campos. Lo esencial sería conseguir una combinación adecuada de estos tipos de turismo según los recursos y capacidades de cada zona y de fomentar tanto la cooperación entre empresas del sector, como la colaboración público-privada.

¿Cuál es el mejor sistema para que los hoteles puedan sacar rentas con jubilados a los que viajar con el Imserso les sale más barato que vivir en su casa debido a sus escasas pensiones?

En este caso estamos haciendo referencia a los jubilados más desfavorecidos que, incluso, se han convertido en la única renta de la familia. El hotel tiene poco margen de maniobra para obtener beneficios a través de fórmulas de venta cruzada, dado que este tipo de servicio lo prestan los touroperadores. No olvidemos que esta fórmula del Imserso también está pensada para mejorar la calidad de vida de los jubilados, lo que supera al objetivo puramente empresarial.

Siendo los jubilados los que más pueden viajar ¿por qué ni la Administración ni los empresarios se han preocupado nunca de buscar a clientes para este mercado?

Posiblemente porque los jubilados pueden parecer una opción poco rentable si nos atenemos al modelo actual del Imserso en el que no es necesario buscar este tipo de clientes. La realidad es, no obstante, que este colectivo dispone de más tiempo libre y puede dedicarse a viajar y visitar lugares que nunca pudo ver por el cuidado de los hijos o el trabajo. Se trata de un turista que tiene otro tipo de necesidades y motivaciones diferentes al sol y playa, por lo que debemos ofrecer otro tipo de productos y servicios adicionales para atraer a jubilados de todo el mundo con un mayor poder adquisitivo para que vivan una experiencia única y diferenciada. Recordemos que uno de los retos a los que tenemos que enfrentarnos es a la jubilación de los «babyboomers», un mercado potencial que no podemos desaprovechar.

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