Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La falta de seguridad hunde la zona de ocio del puerto y reduce su actividad a la mitad

Los empresarios piden ayuda al subdelegado del Gobierno y le instan a coordinar los operativos

La falta de seguridad hunde la zona de ocio del puerto y reduce su actividad a la mitad INFORMACIÓN

De la zona de ocio más «top» de Alicante, a un punto de encuentro de gamberros y vándalos que ante la pasividad de la Administración, central, autonómica y municipal, campan a sus anchas por las zona provocando que jóvenes y no tan jóvenes hayan cogido miedo a visitar la zona del puerto de Alicante. Este es el escenario que el presidente de la Asociación de Locales del Puerto de Alicante 50 negocios y 300 empleados todo el año, que aumentan en verano, Antonio Pérez Planelles, trasladó ayer el subdelegado del Gobierno, Alberto Martínez, al que reclamó ayuda para revertir una situación que ha hecho que el volumen de negocio se haya reducido a la mitad en los últimos ocho años.

Cierto que el tardeo y la crisis también influyen, pero, sobre todo, según Planelles, la causa principal es la inseguridad que sufren todos aquellos que se acercan a los pubs. La seguridad privada está desbordada, la Policía Portuaria no tiene medios y tanto los agentes de la Nacional como de la Local poco se acercan al recinto porque tampoco tienen competencias para actuar si no se les requiere, por lo que en la mayoría de las ocasiones, cuando llegan, el mal está hecho. Planelles se reunió ayer con Martínez y en breve lo hará con el alcalde, Miguel Valor; y el presidente del Puerto, Juan Ferrer, para pedir su colaboración.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los empresarios del puerto, entre los que se encuentran también los de la Marina Deportiva, ha sido la pelea que tuvo lugar en el exterior del complejo Panoramis durante la celebración del Carnaval. La responsabilidad, según la Autoridad Portuaria, fue del concesionario, que es el que tiene que contratar la vigilancia privada, pero no siempre es suficiente. «Estas personas no tienen posibilidad alguna cuando en las peleas se llegan a sacar navajas. Debe actuar la autoridad competente y exigir que se cumpla la ley. Si un local tiene licencia para cerrar a las cuatro de la madrugada y lo hace a las siete, pues habrá que cerrarlo. No podemos seguir así», subraya Antonio Pérez Planelles, uno de los empresarios del ocio más veteranos del puerto desde que comenzara a gestionar el antiguo Dársena del Club de Regatas, restaurante reubicado después en la zona de ocio que surgió frente al Hotel Meliá cuando el entonces presidente del puerto Ángel Cuesta decidió abrir los muelles al disfrute de la ciudad.

Los muelles de Levante, donde se celebra la salida de la regata Volvo Ocean Race, llegaron a ser una de las zonas de ocio de más éxito de la provincia, tanto en invierno como en verano, consiguiendo, incluso, restar protagonismo a la Playa de San Juan y al barrio. Hoy, según los hosteleros, ha perdido el «glamour».

Compartir el artículo

stats