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Sonia Tirado. Presidenta de la federación provincial de padres Enric Valor de centros públicos

«Muchas familias van a ciegas y las cuotas no son tan voluntarias»

Para esta representante de familias de colegios públicos la pretensión de Educación de regular las cuotas voluntarias de los centros concertados llega tarde, porque debió controlarse antes

Sonia Tirado representa a padres de centros públicos en la federación provincial Enric Valor. ISABEL RAMÓN

¿Qué le parecen las cuotas que se pagan en la concertada?

Esta enseñanza tiene sentido como red subsidiaria de la pública y en esa línea no estoy en contra, pero siempre y cuando la pública no pueda atender a todos; lo que no es el caso porque se están cerrando aulas por la elevada ratio y masificando los concertados. Las actividades por las que pagan los padres dan una imagen de cara a la sociedad de que es una enseñanza mejor, pero también se ofertan en la pública y la diferencia son los precios. Un centro concertado debe garantizar la gratuidad de la educación porque para eso está sostenido con fondos públicos, y el resto debe ser voluntario.

Aseguran que es voluntario.

Parece ser que en algunos centros no se informa. Las familias lo asumen como algo por lo que hay que pasar: derramas, servicio psicopedagógico, complementarias, y da una imagen de mejor calidad de la enseñanza cuando no tiene qué ver. La misma empresa que da una actividad deportiva en el colegio público de mis hijos la hace en un centro concertado, pero por 8 o 10 euros de diferencia. Si sumas el comedor, no da igual, y va subiendo. Hay familias que piensan que es mejor educación, pero no pueden asumir los gastos de actividades y una presión social muy grande. Por vergüenza o para evitar conflictos y que el niño no esté apartado hacen lo posible por cubrir el gasto.

Educación dice que va a regularizar esos pagos.

Si hay una normativa se puede acabar con esta nebulosa, pero debería haberse hecho desde un principio porque es dinero público que se invierte en un centro privado para hacerlo concertado, y la supervisión debe ser máxima, como cuando un hospital privado está gestionado por fondos públicos. El control y vigilancia por Educación se ha desatendido, de ahí la denuncia y el informe de la Intervención. Sabemos de centros donde se pagan 8 euros al día por comensal cuando el comedor de un centro público cuesta de 80 a 85 al mes y en un concertado hasta 140, con la misma empresa.

¿Dónde ve el problema?

En que el precio del comedor se ajuste a la necesidad del gasto o esté sobredimensionado, igual que las extraescolares. La oferta es casi la misma, pero a mayor precio, y esa la desregularización del acceso a la educación desvía alumnos a la concertada con aulas cada vez mas masificadas donde se pierde atención educativa.

Pero la demanda es real.

Sí, pero tiene un origen. En realidad hay mejores equipos y más control y calidad en la publica. Las familias participamos de primera mano y las AMPA de la concertada en general son menos activas porque se les plantea la información de forma diferente. En la pública además sufrimos recortes, se quitan profesionales tutores, se cierran aulas, y hace que tengamos un sentido más crítico.

¿Y el que puede, elige la concertada?

Muchas familias van a ciegas. Hay centros mejores y otros no, y las cuotas no son tan voluntarias. En general, la Administración es responsable de que se supervise donde haya dinero público. El sistema concertado se creó como subsidiario de la pública, pero se ha dado la vuelta a la situación y parece que la pública deba ser la subsidiaria. No hacen faltan mas conciertos educativos, sino invertir más en la pública.

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