Cruzar desde la playa del Postiguet hasta la entrada al ascensor del Castillo será posible desde la próxima primavera sin tener que dar un gran rodeo subiendo y bajando por la pasarela gracias al nuevo paso peatonal que ha diseñado el Ayuntamiento a través de la avenida de Jovellanos, hasta ahora imposible de atravesar por el intenso tráfico que soporta. Este sendero peatonal costará a las arcas municipales 120.000 euros, un presupuesto que contempla la construcción de una mediana, la realineación de los carriles de tráfico, el rediseño del carril de transporte público, y el cableado de los nuevos semáforos que se instalarán, según explicó el concejal de Tráfico y Transportes, Juan Seva.

El proyecto, presentado ayer por el edil y por el alcalde, Miguel Valor, pretende dar respuesta a la solicitud de la asociación de vecinos del Raval Roig, a las personas con movilidad reducida, y a los turistas, dado que en 2014 más de 255.000 personas accedieron a la fortaleza por el ascensor. «Queremos mejorar la conexión peatonal desde la playa con el Castillo y con el barrio del Raval», dijo Valor. El Ayuntamiento, además, apuesta por este itinerario peatonal «que tiene un importante componente turístico y cultural porque el Castillo es uno de los atractivos más visitados de la ciudad».

Juan Seva, por su parte, indicó que se ha elaborado un estudio para conocer cómo abrir este itinerario peatonal sin afectar a la capacidad del viario principal. El estudio determinó que lo más idóneo era instalar una mediana como refugio central de los peatones y diseñar un paso semaforizado partido para que la calzada se pueda cruzar en dos fases.

En la intervención, que comenzará el 9 de marzo y durará un mes, se aprovechará el espacio utilizado como carril bus, que carece de continuidad, por lo que «la reordenación no afectará a la calidad del servicio de transporte», explica el Ayuntamiento. La parada se adelantará cinco metros.

Sobre este proyecto, el portavoz de EU, Miguel Ángel Pavón, criticó que «se queda corto».