Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los vecinos creen que estaba más pendiente de defenderse que de la ciudad

En Juan XXIII y Urbanova lamentan su marcha - El rector considera que asume su responsabilidad - Los padres de alunos valoran su trabajo

Sonia Castedo en una de las jornadas que compartió del día del árbol con escolares ANTONIO AMORÓS

Representantes vecinales y sociales coinciden en que la situación que se había creado en la ciudad con la alcaldesa, imputada, al frente del ayuntamiento, era «anómala», porque le obligaba a estar más pendiente de su defensa jurídica que de la ciudad. Los hay que valoran su dimisión como una «buena noticia para la ciudad» por ello, aunque en barriadas como la de Juan XXIII, o en la zona costera de Urbanova, se muestran agradecidos a su gestión y lamentan su marcha.

«Después del via crucis que ha pasado no quedaba otra que irse. Es lo mejor que ha podido hacer. Hay que tener mucho aguante para todo lo que le han dicho últimamente, lo que no significa que le de la razón a ella porque había generado una situación anómala». José María Hernández es uno de los representantes vecinales más activos, vicepresidente de la asociación de vecinos de La Florida, miembro del Colectivo Alicante que integra una docena de asociaciones, de la Plataforma Renfe y también de la Zona Sur.

«Un cargo así no puede permitirse el lujo de tener el tipo de conversaciones que ha tenido con Ortiz y creo que ha pecado de inocente, pero tampoco ha dicho nunca «esa no soy yo», añade Hernández. De modo que «en principio, -valora- es una buena noticia para Alicante que haya dimitido. Se estaba dando una mala imagen como ciudad y su situación judicial perjudicaba el desarrollo normal».

Los vecinos de El Moralet también creen que la alcaldesa ha tardado en dimitir. «Esperemos que esto suponga dar un impulso, con políticas más participativas, y no limitarse al corralito de un entidad política», aprecia Vicente Aracil.

En una línea similar, Manoli Celdrán, representante vecinal de Ciudad Elegida, opina que no debía haber dilatado tanto esta decisión. «Por vergüenza debió renunciar antes. Últimamente le he visto muy prepotente y chulesca y la excusa que pone sobre sus hijas es de mal pagador, porque han estado ahí todo este tiempo también». Para Celdrán, la imagen de la ciudad ya resultaba «caótica. Alicante necesita un cambio radical en la forma de hacer las cosas», concluye.

Pasodoble

Por contra, en barrios como Juan XXIII, con Manuel Medina al frente, o en Urbanova, con Jesús Gómez de Villavedon, representante honorífico tras 41 años en la asociación vecinal, pensaban que «iba a aguantar hasta el final de la legislatura, para terminar un montón de cosas por hacer. Lo hubiera preferido así. En el barrio se ha portado de maravilla. Es una persona que ha colaborado un montón en todo lo que hemos dicho, ultimamente haciendo el paseo, que es un logro de ella».

A Gómez le mueve su «amistad. Le hice el pasodoble porque era la primera mujer alicantina alcaldesa, algo que no era corriente, y le tengo afecto. La amistad perdura para siempre y me da pena porque es una persona muy válida. Creo que se construye haciendo cosas, no con derrotismo, y los ciudadanos lo que queremos es que miren por la ciudad. Uno de sus empeños ha sido hacer Alicante bonita y acogedora de cara al turismo».

Medina también siente la dimisión de la alcaldesa. «referente al barrio ha hecho más bien que mal. Nos ha atendido siempre con educación, así que es una mala noticia, aunque lo esperaba, porque qué iba a hacer hasta que se resuelva la cosa...».

El colectivo de padres de alumnos, a través de la presidenta de la delegación local de la FAPA Gabriel Miró, Jessica Maillot, destaca asimismo la relación «cordial y muy agradable» que han tenido con la máxima responsable municipal «La más directa, cuando los chicos le entrevistaron para la portada de la revista Tendencias, de la Zona Norte. A nivel profesional era conocedora de la situación de los centros y se ha implicado en la mejora de las instalaciones, con su compromiso por el Manjón Cervantes o con las obras del IES Virgen del Remedio. Lamentamos que proyectos que respaldó, como el banco de libros, se queden pendientes», subrayó.

Para el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, la alcaldesa ha tomado una «decisión responsable y meditada. Lo ha hecho por Alicante y la ciudadanía, que en este momento lo que requiere es estabilidad política.

Otros colectivos sociales, como la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas (PIC), critican la «parálisis total» que había en el ayuntamiento, hasta el punto de que presentaron un manifiesto por su dimisión «y hemos podido cerrar la campaña con éxito», destaca Manuel Marco, el presidente.

Compartir el artículo

stats