Un ensayo sin santos pero con una tonelada y media de comida. Así concluyó ayer el recorrido solidario promovido por los costaleros del Santísimo Cristo de las Penas. Tras una mañana por las calles de los barrios Garbinet y El Pla, los miembros de la hermandad regresaron al punto de partida, la parroquia de El Salvador, con aproximadamente una tonelada y media de productos alimenticios, que servirán para que los responsables de Cáritas los repartan entre las personas más necesitadas de la zona. Vecinos y comerciantes quisieron sumarse ayer por la mañana al acto solidario, aportando bolsas con alimentos no perecederos durante todo el recorrido, como arroz, legumbres, pasta, latas de productos precocinados...

Los organizadores aseguraban ayer que las principales necesidades pasaban por aceite, azúcar, galletas y leche, «ya que este tipo de productos no los puede proporcionar hasta mediados del próximo año». El ensayo solidario contó con la colaboración altruista de la banda de música del Cristo de la Misericordia de Jumilla, que sale en procesión con el paso del Santísimo Cristo de las Penas el Domingo de Ramos. El trayecto, que se prolongó durante unas cinco horas, sirvió para llenar de comida la «mesa» del paso, que en el día de ayer y de manera excepcional, no contaba con ninguna imagen santa. En este caso, productos como batidos de chocolate, garbanzos y macarrones se convirtieron en los protagonistas de un ensayo que servirá para aliviar la situación que viven algunos vecinos próximos a la parroquia de El Salvador.