Los padres y madres de los colegios Mediterráneo y El Faro de la Playa de San Juan han llenado dos grandes furgonetas y ocho coches con paquetes cargados de comida y juguetes que ayer se repartieron entre una veintena de familias del colegio Gloria Fuertes de la Zona Norte, la más deprimida de Alicante.
El director y una de las maestras del colegio Gloria Fuertes, de quienes partió la iniciativa, no cabían en sí de alegría ante la masiva respuesta que habían recibido. «Somos docentes en este centro pero vivimos en la playa y nuestros hijos están escolarizados en El Faro y el Mediterráneo, así que pensamos en trasladar al resto de padres de alumnos de esos colegios la necesidad que pasan los que vienen aquí», explica Emilio Ruiz, el director.
El responsable del centro no quería, esta Navidad, volver a echar mano de su equipo docente que, el resto del año, no cesa de atender puntualmente las necesidades de unos alumnos cuyas familias no tienen ni para darles de comer. «No quería exprimirlos más y se nos ocurrió mirar hacia otro lado para conseguir que estas familias también se coman un polvorón en estas fechas»
No hacía ni dos días que había llegado al despacho de dirección una compra a domicilio por valor de 100 euros que una de las maestras había hecho personalmente para una de las familias del centro más necesitadas. «Por eso hemos preferido comentar la situación en los colegios de nuestros hijos y estamos emocionados de la respuesta recibida», señalaron.
Implicación
Alimentos frescos, juguetes, pañales, yogures, carne, productos higiénicos, turrones y alimentos no perecederos se acumulaban en una de las aulas a punto de ser distribuidos entre las familias del centro que previamente habían pedido ayuda al director. «Cada vez son más los que se dirigen a nosotros para pedirnos ayuda, y no es una tarea a la que tengamos que dedicarnos, pero por lo que sea tienen más confianza y nos buscan».
De una o dos familias que lo pasaba mal antes, «hemos pasado a una treintena ya, incapaces de llegar a fin de mes tal y como detectan los tutores de los niños», destaca el director.
Ruiz apunta que estas entregas de alimentos tampoco resultan gratuitas del todo, en el sentido de que el profesorado consigue que las familias se impliquen más en la educación de sus hijos «y a cambio se interesan y preocupan porque el niño no falte a clase, así que la colaboración resulta muy significativa finalmente», valora.
Pese a que el comedor escolar lo tienen asegurado el resto del curso, en Navidad no tienen dónde comer y tampoco se dirigen a Servicios Sociales, por lo que son estos profesores y, esta Navidad las AMPA de la playa, quienes han resuelto sus padecimientos.
Reyes
También en el colegio Emilio Varela la AMPA que preside Maria Carmen Ibañez reparte hoy regalos de Reyes a las familias más necesitadas de medio centenar de alumnos que, de otra forma, se quedarían sin regalos este año. Ya es la tercera vez que lo organizan con la ayuda de empresas de la ciudad y de forma anónima para no llamar la atención.
En el Instituto Las Lomas, también de la Zona Norte, alumnos y profesores se volvieron a implicar ayer en una carrera solidaria de 6 kilómetros y recaudar, al menos, tanto como el año pasado, que llegaron a 500 euros para los estudiantes en situación más precaria.
