«Cortos pero intensos». Así definió ayer el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Antonio Mayor, los puentes vacacionales que está viviendo el sector turístico de la Costa Blanca (la incidencia varía según las zonas) desde que acabó la temporada alta y que van a posibilitar una ocupación media del 60% en los hoteles de la Costa Blanca entre el próximo día 24 y el 4 de enero, con puntas del 90% en Benidorm. Las reservas han crecido un 5% respecto al mismo periodo de 2013, debido a que las fechas de Navidad y Año Nuevo permiten un puente largo y a que a la clientela habitual en estas fechas (británicos y madrileños) se unen muchos visitantes de todos los municipios de la provincia y la Comunidad Valenciana, que aprovechan para desconectar a «buen precio y calidad sin alejarse mucho de casa», subrayó Mayor.
El hotelero admitió, no obstante, que «el invierno es duro y será duro, pero no nos podemos quejar porque estos días la buena ocupación premia el esfuerzo que hacemos por mantener abiertos los hoteles», aseveró Mayor. Un respiro por tanto para un sector que este año sufre los efectos de la estacionalización del mercado, que se mueve, básicamente, en verano y los puentes. Lejos quedan los tiempos en que al margen de los visitantes del Imserso a la provincia llegaban grupos de jubilados con poder adquisitivo, que hoy sacrifican parte de sus vacaciones para echar una mano a los hijos.
En Alicante (6.000 plazas), la ocupación no será tan alta y regular, pero el lleno en Nochevieja está asegurado, «aunque no con la alegría de otros años en los que la gente tiraba la casa por la ventana», apuntó Vicente Marhuenda, gerente de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante, que acaba de cerrar un noviembre para olvidar con una media del 48% de las plazas ocupadas, tres puntos menos que en 2013. ¿Motivo? El de siempre. La falta de eventos en una ciudad, Alicante, castigada cuando no pasa nada. Según los hoteleros alicantinos, se ha vuelto a confirmar el enorme problema que tiene el destino durante el invierno, debido a que «apenas existen eventos, lo que pone en peligro, no sólo los puestos de trabajo sino la propia continuidad de muchas empresas que soportan con muchas dificultades el desposicionamiento del destino y la falta de un icono que sea foco de atracción durante todo el año», lamentó la asociación en un comunicado. Al final, el puente de la Constitución y la Inmaculada «se animó» un poco y se cerró con una ocupación media del 60%, por el 73% del mismo puente en 2013.
Empleo
Pese a esta coyuntura, el turismo sigue tirando del empleo. Un informe del Instituto Nacional de Estadística sobre la evolución del empleo en el sector turístico este año revela que, pese al bajón de noviembre, la actividad continúa tirando del empleo en la provincia, sobre todo en los hoteles, que dan trabajo de forma directa a 12.000 personas, lo que ha supuesto un crecimiento del 3,4% respecto al año pasado. En el cómputo general de la Comunidad, los hoteles emplean a 14.100 trabajadores14.100 trabajadores, una cifra importante dado que este año han aumentado también lo cierres por temporada de muchos establecimientos, sobre todo ligados al sol y la playa. Esta coyuntura se explica en que la mayoría de las cadena hoteleras, tanto familiares como de grupos empresariales, prefieren mantener sin variaciones sus plantillas durante todo el año. Algo positivo para el trabajador pero que ha reducido significativamente la contratación vinculada a periodos de mayor actividad turística como la Semana Santa, el verano o las próximas fechas navideñas.
