Los hosteleros de los bajos del edificio municipal con riesgo de desprendimientos de la calle Mayor han comenzado a recolocar las mesas de sus terrazas después de un mes. A finales de octubre, la Policía Local acordonó el inmueble ante el riesgo de caída de cascotes, lo que obligó a los hosteleros a dejar de poner sus terrazas o a reubicarlas. Los trabajos para recolocar la red protectora avanzan y ya han podido poner sus veladores.