Las lluvias de los últimos días han agravado los vertidos procedentes de una balsa repleta de basura en las faldas de la Serra Grossa al arrastrar la porquería acumulada en ella. Los lixiviados, con apariencia de chapapote, rezuman del depósito en el que se concentran toneladas de desperdicios de todo tipo sin que ninguna administración haya adoptado medidas para remediarlo.
La construcción es una balsa de decantación, usada en la refinería que desarrolló su actividad durante años en esta zona, con unos conductos de los que sale un líquido negro oleaginoso. Cuando llueve el agua se filtra entre los residuos y se agrava el vertido. De hecho, en la mañana de ayer podía verse cómo seguía saliendo un hilo de líquido negro desde el aliviadero de la balsa repleta de basura.
Desde el PSOE alertaron ayer de la situación tras las últimas lluvias. El secretario general de la agrupación en Alicante, Gabriel Echávarri, exigió la limpieza inmediata de la balsa y el entorno de la misma. Al respecto, agregó que «los restos de los antiguos depósitos de la Cantera deberían recuperarse y ponerse en valor como patrimonio industrial de la ciudad en lugar de ofrecer esta imagen de porquería y suciedad fruto del abandono».
Los restos de la antigua refinería «La Británica» son propiedad del Estado, aunque hace unos años la Conselleria de Infraestructuras realizó obras junto a ellos para instalar la parada del tranvía. Desde el Ayuntamiento vienen escudándose en que la limpieza y el mantenimiento de esta zona no les corresponde. Mientras, la basura sigue acumulándose y cada vez que llueve se agravan los vertidos procedentes de la balsa.
En los últimos años, arquitectos e ingenieros han reclamado que se recupere este espacio tan singular por su interés arqueológico e industrial. Y es que, en el interior de la montaña todavía se conservan ocho salas centrales de gran tamaño -de hasta 34 metros de altura por 30 de ancho aproximadamente y capacidad para 2.000 metros cúbicos- y doce más pequeñas con capacidad para 500 metros cúbicos.
