Todavía no se ven carreras por las tiendas para coger la ganga de turno como ocurre en EE UU, pero año tras año el «Black Friday» se hace un hueco en España. El popular día de compras, importado del otro lado del Atlántico, se ha convertido en un pistoletazo de salida -aún oficioso- para las compras de Navidad, gracias a los «agresivos» descuentos que se ofrecen. De hecho, buena parte de los alicantinos que se acercaron ayer a las tiendas iban con una idea clara. «Venimos a comprar los primeros regalos de Papá Noel y Reyes Magos, así espaciamos los gastos y nos beneficiamos de los descuentos», señalaba Enrique Soto, que buscaba regalos por la planta de tecnología de unos populares grandes almacenes. Y es que, por ahora, al «Black Friday» le cuesta hacerse sitio entre el comercio más tradicional.

En esta jornada especial de compras, que en algunos establecimientos se ampliará durante todo el fin de semana, la mayoría de los clientes buscaba tecnología: televisiones, tablets, móviles, ordenadores... Los descuentos van desde el 10% hasta el 70%, aunque la mayoría se sitúan en torno al 30%. «Todo lo que sea ayudar al bolsillo, se agradece. Creo que es lo mejor que hemos importado de EE UU», añadía Rocío Pla.