El Banco de Alimentos de Alicante espera reunir este fin de semana cerca de 400.000 kilos de comida gracias a la campaña extraordinaria de recogida de alimentos en la que participan 208 establecimientos comerciales de la provincia208 establecimientos . Unos fondos que beneficiarán a cerca de 50.000 personas pobres.
Este año casi se ha duplicado el número de supermercados que participan en la iniciativa -en 2013 fueron 130-, por lo que los responsables del Banco de Alimentos de Alicante confían en superar con creces los 260.000 kilos del año anterior. La campaña, que se desarrolla por segundo año consecutivo a nivel nacional, está orientada a la recogida de productos no perecederos, como aceite, arroz, leche, pasta, legumbres, galletas... Comida que es recibida como agua de mayo en la institución benéfica, que estará cerca de siete meses sin que entre ninguna aportación por parte de la Unión Europea. «Ha habido un retraso en la renovación del plan europeo de ayuda a personas pobres, por lo que no nos llegará comida por lo menos hasta el mes de junio», explica Juan Vicente Peral, director del Banco de Alimentos de Alicante. Teniendo en cuenta que la última remesa de alimentos de Europa ha llegado este mes de noviembre, «vamos a tener una pequeña travesía por el desierto, que se paliará gracias a los alimentos que recojamos este fin de semana».
Y es que la solidaridad no se detiene ni siquiera con los aires de recuperación que parecen soplar. «Las empresas y particulares no han bajado el listón y siguen donando comida. Ayudar a quienes están pasando hambre se ha convertido en un tema de concienciación general en esta provincia».
Curiosamente, la institución también se ha visto favorecida por el veto ruso a los productos españoles. Un conflicto a priori tan lejano ha permitido que hasta la despensa del Banco de Alimentos hayan llegado este año 700.000 kilos de excedentes de fruta y verdura. «En años anteriores esta cantidad era de 200.000», explica Peral, quien añade que, al margen del cerrojazo de Putin a los productos españoles «también nos han beneficiado las buenas cosechas que parece que ha habido este año».
La crisis está empezando a dar un respiro a esta institución benéfica, «ya que este año se ha frenado la llegada de nuevos usuarios y apenas ha habido 700 personas más». Juan Vicente Peral cree que todavía tardarán en ver una disminución efectiva de peticiones, «más que nada por la inercia que ha provocado todos estos años de crisis económica». Después de unos años en los que Europa amenazaba con recortar las aportaciones de alimentos que hace a los bancos, la cantidad se mantendrá en los próximos años. «En 2015 entrarán 1.250.000 kilos de comida y en 2016 esperamos que se incremente un poco». Más comida y una reducción de beneficiarios que podría empezar a materializarse en los próximos años «sería la combinación perfecta, ya que así podríamos dar más alimentos por cada familia que los necesite», sostiene el director del Banco de Alimentos de Alicante.
A la campaña de este fin de semana también se han querido unir los taxistas de la provincia, agrupados en Radioteletaxi, que se ofrecen para recoger los alimentos no perecederos que los ciudadanos acerquen a las paradas de taxi y posteriormente llevarlos hasta la sede del Banco de Alimentos en Mercalicante.
