Si les dijéramos que comiendo insectos podría acabarse el hambre en el mundo ¿qué pensarían?. Pues esta idea plantea la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La ingesta de estos animales podría ser una posible solución a este mal endémico de nuestro planeta, gracias a su contenido proteínico y su alto contenido en grasas, vitaminas, fibra y minerales.

Sobre este planteamiento gira la I Jornada Gastronómica de insectos ´Insectos en el plato: una dieta saludable y sostenible´ organizada por la Universidad de Alicante. Una jornada que ha contado con la charla de Estefanía Micó, profesora titular del Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO), y con una posterior cata de insectos.

Para los 80 inscritos el menú del día contaba con una gran variedad de platos: pan de higo con saltamontes a la miel, arroz con saltamontes y alcachofas, bombón de grillos con chocolate a la pimienta, manzana de Adán y Eva con larva de escarabajo o coca de mollitas de chocolate y hormigas culonas, entre otros muchos.

Las sensaciones entre los comensales han sido de lo más variadas. Desde los que han considerado que los diferentes platos eran deliciosos hasta los que su cara delataba que la experiencia no estaba siendo de lo más "gustosa". El rector de la UA, Manuel Palomar, ha sido uno de los "valientes" que se han atrevido a participar en la cata de insectos y la experiencia le ha gustado, según ha señalado.

"No salgáis a la calle a comer cualquier insecto"

Durante su charla, Estefanía Micó ha puntualizado que no todos los insectos deberían ser elegidos para formar parte de nuestra alimentación. De hecho, deberían seleccionarse aquellos que estén en fases más tempranas, como por ejemplo larvas, y aquellos que se consideran "limpios" ya que son vegetarianos estrictos. Por ello, Micó ha señalado que "ahora no salgáis a la calle a comer cualquier insecto, como no cogeríais del mar una gamba y os la comeríais directamente".

Aunque en España la legislación no permite la venta de insectos como alimento, sí que en Coín (Málaga) hay granja de insectos que exportan su producción al extranjero. El vacío legal sobre esta materia hace que en ciertos restaurantes de nuestro país sí que se oferten estos alimentos, pero siempre importados del extranjero. En la actualidad, en África, Asia y América se comen unas 1.900 especies, de las que las más comunes son los escarabajos, hormigas, saltamontes y orugas.

Ventajas de comer estos animales

La profesora del Centro Iberoamericano ha destacado que los insectos son una fuente de alimentación saludable, por lo que, teniendo en cuenta que la población mundial supera los 7.000 millones de habitantes y hay 886.188.386 personas desnutridas, podría ser un alimento que ayudaría a paliar esta situación.

Otro de los beneficios sería la reducción del impacto ambiental que genera la ganadería tradicional, como la disminución de los pastos consumidos o de la emisión de los gases de efecto invernadero.