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Javier González de Dios, jefe de Pediatría del Hospital General de Alicante

«Lo que preocupa no es que haya más casos de varicela, sino su gravedad»

El Ministerio de Sanidad prendió la mecha cuando el año pasado decidió prohibir la venta de la vacuna de la varicela

Javier González de Dios. isabel ramón

¿Por qué hay que vacunar a los niños frente a la varicela?

Las vacunas, junto con la potabilización y la nutrición, es lo que ha cambiado la salud de la infancia. En la potabilización y la nutrición hay pocas discusiones, pero con las vacunas, dado que influye la relación con la industria farmacéutica, siempre se plantean problemas éticos. Es algo histórico, ha ocurrido con casi todas las vacunas y no sólo por problemas económicos, también por aspectos de eficacia y seguridad. Curiosamente la vacuna de la varicela no planteaba problemas, como sí ocurrió con la del neumococo o el papiloma humano. El problema llega cuando el año pasado se decide desde el ministerio que existe la posibilidad de que una vacunación indiscriminada de la varicela conlleve un desplazamiento de la enfermedad al adulto. Existe una hipótesis (de Hope Simpson) que dice que, dado que se vacuna a un porcentaje elevado de niños, no se permite que el virus vivo esté en la población y eso hace que pueda desplazar la varicela en adultos y aumentar la incidencia de herpes zoster. Sin embargo, esta hipótesis no se ha confirmado en la práctica clínica. Un reciente estudio en la prestigiosa revista Pediatrics demuestra que, tras 15 años de vacunación universal en Estados Unidos, no hay desplazamiento de la varicela al adulto.

¿El ministerio no contó con los pediatras para tomar esta decisión?

No contó con nadie, ni con la Asociación Española de Pediatría, ni con la Asociación de Pediatría de Atención Primaria, ni con el Comité Asesor de Vacunas de la AEI, ni con la Asociación Española de Vacunología, ni con la Sociedad Española de Medicina Preventiva. Estas sociedades han escrito documentos con argumentos científicos y defendidos con planteamiento de diálogo.

¿Qué consecuencias está teniendo esta situación?

Con todo esto estamos dando cancha a los movimientos antivacunas. Se pueden entender mensajes contradictorios a la población: antes era importante vacunar a mi hijo de la varicela y ahora no, a mi hijo mayor le he podido poner las dos dosis, pero al pequeño no.... Con la varicela puede ocurrir como con la gripe, le podemos quitar importancia por su frecuencia, pero que la mayoría de casos sean leves, no implica que aquellos casos moderados o graves produzcan un daño irreparable, con secuelas y muerte. No vamos a ponernos tremendistas, pero atendiendo a los estudios de coste-efectividad, un niño con varicela tiene que estar entre 7 y 10 días en casa y eso implica muchos gastos directos e indirectos, como por ejemplo que durante 7 y 10 días un familiar tenga que dejar de trabajar.

¿Cree que puede haber un motivo economicista detrás de la decisión del ministerio?

No, porque la vacuna la pagaba el paciente (salvo en las comunidades de Navarra y Madrid, Ceuta y Melilla donde estaba financiada). Hay que ser sensatos: el debate es eminentemente científico, no económico. Pero la realidad es que esta situación está ocasionando irregularidades (cuando no fraudes con todo esto): farmacias que la consiguen cuando no se pueden conseguir; personas que viajaban a adquirirla en Navarra (aunque recientemente tampoco es posible), desplazamientos a otras partes del extranjero, venta por internet (con lo que supone de situaciones no controladas o de rotura de la cadena de frío). Y algo realmente paradójico: no se puede poner en un centro de salud pero sí en un hospital privado.

¿En qué momento se encuentra el debate de la vacuna ?

Como hemos comentado, este debate se fundamenta en cuestiones esencialmente científicas y no económicas, pero estas últimas ya nos están empezando a salpicar a los pediatras. Quiero que quede muy claro que, igual que en política hay personas que hacen realmente bien su papel y otros no, y esos son los que manchan el nombre de todos, en Pediatría (o en cualquier especialidad médica) hay personas que pueden manchar el nombre de todos, pero la inmensa mayoría defendemos las vacunas por un espíritu esencialmente médico y científico, por el bien del paciente y sin conflictos de interés. Los temas económicos no influyen, no aplicamos nada porque la industria farmacéutica nos lo diga. Que hay presión económica, sin duda, pero nuestras razones son científicas. El problema es que los argumentos que baraja el Ministerio de Sanidad en la vacuna de la varicela no están demostrados, son una hipótesis. Nuestra postura como pediatras es firme y uniforme a favor de las vacunas, y si somos beligerantes en este tema de la vacuna de la varicela es porque esta situación no está beneficiando a la sociedad.

¿Se están registrando más casos de la enfermedad desde que la vacuna se prohibió?

Aún no ha habido tiempo para tenerlo en cuenta. Pero no me importa el número de casos, si no la gravedad de los mismos.

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