Trabaja en cinco gimnasios, limpia, cuida niños, enseña baile. Emilce Cardile llegó a España «con 50 euros en el bolsillo, y hoy tengo casa y coche pero porque trabajo 12 y 14 horas», explica. Afirma que no se le caen los anillos por hacer de todo, a pesar de ser profesora en su Argentina natal, y ello pasa por limpiar escaleras o ser pizzera. Su vitalidad le hace enseñar baile a extranjeros y, para completar los ingresos, ha perdido intimidad al alojar en su casa a estudiantes extranjeros de español.