La Conselleria de Infraestructuras y Transportes sacó ayer a exposición pública el proyecto para sacar a concesión el servicio de transporte interurbano (autobuses azules) para los próximos cuatro años, con uno más de prórroga. Un periodo en el que la administración autonómica prevé una pérdida de más de un millón de viajeros, pasando de los 6 millones actuales a 5 en 2018. La administración autonómica apunta al efecto del tranvía y de la situación económica como causas.
La nueva concesión recoge las líneas actuales, pero con excepciones como la línea 25 de Villafranqueza que pasará a formar parte del transporte urbano y será sufragada por el Ayuntamiento. En total, el Consell estima que coste del transporte interurbano ascienda a ocho millones de euros al año, de los que la mitad se cubrirán con la recaudación y una parte con las bonificaciones del Ayuntamiento. El resto, tres millones de euros, serán desembolsados por la administración autonómica. Una cantidad que los trabajadores consideran insuficiente para garantizar la calidad del servicio.
Desde Esquerra Unida critican que el proyecto «no analice la posibilidad» de que el Consell gestione directamente el servicio. Algo que, aseguran, ahorraría a las arcas autonómicas 1,23 millones al año (en buena parte por el beneficio industrial y los gastos generales) y permitiría destinar ese dinero a mejorar el servicio. Está será una de las alegaciones que presente EU al proyecto de la nueva concesión, además de reclamar garantías de que se van a mantener todos los puestos de trabajo de la actual concesionaria, La Alcoyana. «¿Por qué tenemos que pagar ese dinero a una empresa privada cuando podría invertirse en mejorar el deficiente servicio actual para ganar usuarios y reducir así el déficit del sistema?», se preguntan en un comunicado la diputada de EU Esther López, el portavoz municipal, Miguel Ángel Pavón y la coordinadora de l'Alacantí María Ángeles Martínez.
Desde CC OO también anuncian alegaciones al proyecto en esa línea, pues señalan que si bien se contempla la subrogación de la plantilla, las cifras que se recogen «no se ajustan a la realidad», según el responsable del área de Transportes del sindicato, Vicente Alcaraz. Este último cuestiona también los datos que aporta el Consell sobre la caída de viajeros y rechaza que el tranvía reste usuarios a los autobuses. «Si hay una reducción de la demanda es porque se ha destruido mucho empleo y hay gente que ha dejado de usar el transporte para ir a trabajar porque ha perdido su puesto», añade. En cualquier caso, considera «irreales» las previsiones y apunta que la fórmula para mitigar la caída de viajeros es mejorar el servicio. En cuanto al coste, Alcaraz apunta que durante este año el Consell pagará 3,5 millones de euros por el servicio, frente a los tres que prevé para 2015. Explica que ese medio millón de menos obedece a que algunas líneas, como la de Villafranqueza y Urbanova, se asumirán por el Ayuntamiento. No obstante, considera que ese medio millón «debería reinvertirse en las líneas». Además, subraya que la propuesta concesional del Consell es similar a la actual, en lugar de contemplar una reforma que mejore el servicio.
