Una novia alicantina ilustrada, con un libro en las manos. Es la imagen que eligieron los foguerers de Dámaso Alonso para los estandartes que anuncian su presencia, en los desfiles oficiales y en sus pasacalles, allá por donde van, desde que en 1995 se unieron a la Fiesta alicantina. Es un homenaje al escritor que les da nombre, una alegoría que se mantendrá, aunque con diseño más vanguardista, en los nuevos banderines que estrenarán en 2015 con motivo de su veinte aniversario, encargados a Fina Bordadora, y que lucirán durante los desfiles con banda de música que harán cada día de las próximas Hogueras recuperando, gracias a la entrada de nuevos foguerers, los perdidos por la crisis.

Escritor Dámaso Alonso, que planta en la calle del mismo nombre, en las proximidades del Parque Lo Morant, es una hoguera modesta y familiar que se hace grande. Está en auge, gracias a la entrada de casi veinte nuevos socios este año, un regalo inesperado que les hace enorgullecerse de su forma de vivir la Fiesta. «Somos gente trabajadora, será un clásico, pero es así, salimos adelante a base de esfuerzo y sacrificio. Este año se nos nombra mucho porque ha entrado gente nueva, además de hogueras de alrededor, entre ellas varias niñas que fueron candidatas infantiles, y no fuimos a buscar a nadie. Han venido porque han querido», explica Cintia Albert, presidenta desde 2009, ante la mirada aprobadora de Trini Alonso, Dama del Foc Infantil 2007.

Recuerda la festera, que llegó a la comisión en 1998 aunque colaboraba con ella casi desde que fue fundada, los amargos tragos por los que ha pasado el distrito Escritor Dámaso Alonso refiriéndose a la gestión de dos presidentes que extendieron la desconfianza hacia los foguerers por el vecindario. «A uno de ellos lo denunciamos a la Federación de Hogueras«, explica Albert, que sufrió estas penalidades cuando fue belleza, en 1999. «En muchos sitios nos cerraban las puertas por la deuda que había. Tuvimos que pagar la presentación del año anterior, que estaba pendiente (a un hotel alicantino), y costearme de mi bolsillo la banda y mi foto de madrina en el llibret». Ya en la presidencia, se vieron obligados a asumir un nuevo lastre, una deuda de 12.000 euros de la directiva anterior, que pudieron superar en un sólo ejercicio, acabando con superávit cada año desde entonces.

Pese a estos contratiempos, nunca han dejado de plantar el monumento aunque en 1996 tuvieron que prescindir de la banda de música por San Juan en un distrito que vio la luz por iniciativa de un grupo de foguerers que se habían quedado huérfanos de fiesta al desaparecer el vecino distrito Virgen del Remedio-Oeste. «Esto era un barrio nuevo, de sólo tres edificios, y decidieron montar una hoguera con unos pocos vecinos». En esta zona hubo una antigua fábrica de gomas de la que queda, como vestigio, la chimenea, y que utilizan como referencia de su ubicación. Hacia 1998 empezaron a entrar más vecinos en la hoguera y ahora el 70% de los comisionados viven en el barrio.

La suerte de Dámaso Alonso empezó a cambiar en 2007 con la elección de Trini Alonso como Dama del Foc Infantil, su primer cargo del fuego, -«fue el boom, lo más bonito», dicen-, felicidad que se prolongó en 2011 con Zoraida Olivas, primera Dama del Foc adulta, y en 2011 con la infantil Irina Escario. «Con Zoraida fue chocante. Incluso aumentaron los anuncios en el llibret. La elección de las tres es nuestro palmarés y la mejor publicidad para la hoguera. Estamos orgullosos de que todas sigan».

Ahora la familia crece y los nuevos ingresos les permiten recuperar actos festeros, como el certamen artístico. El sábado lucieron disfraces de Maléfica cosidos por madres y modistas del barrio. Los decorados los hizo un comisionado de La Cruz.

En Hogueras ampliarán el racó con más mesas; se gastarán 4.500 euros en la banda de música para hacer más desfiles; celebrarán dos despertàs, una de ellas nueva el día de San Juan; organizarán más actividades para infantiles y juveniles; harán una presentación de cargos, y, por primera vez, proclamarán a las bellezas al aire libre en la plaza Escritor Dámaso Alonso, con cuatro damas adultas y cuatro infantiles, «todo un lujo». Lo hacen también para el barrio, aunque la colaboración sea escasa (de 200 fichas han pasado a 50). En esta comisión hay cuotas familiares de 1.350 euros al año e individuales de 500 euros, dinero con el que confeccionan el presupuesto adaptado a su forma de hacer fiesta para evitar el déficit. Los monumentos los plantan en Sexta, obra de Arturo Valls y Diego Palacios el infantil, quienes el 16 de noviembre presentarán los bocetos en un almuerzo. No los suben de categoría ya que prefieren con ese dinero de más organizar nuevas actividades para sus foguerers, auténticos amantes de la Fiesta. Porque en Hogueras «nos tiramos todo el día juntos en el racó. Cuando hay despertà no dormimos y vamos con la banda de música a buscar a los pocos que se marchan a casa». En la plantà todos ayudan a decorar, «hay muy buen rollo para ser tantos, quizá porque hay mucha gente joven». Porque los más veteranos apenas rozan los 60 años en esta hoguera de fuego, agua y sueños.