¿Cuál fueron las razones que le llevaron a escribir el libro sobre la tragedia del Metro de Valencia? ¿Qué espera de la publicación?

El libro se gestó por iniciativa de los editores de Sembra Llibres, Joan Carles Girbés y Xavi Sarrià, que querían abrir una línea de no ficción en la nueva editorial, creada este mismo año, sobre temas de actualidad que suceden en la Comunitat Valenciana. Pensaron en mi porque soy la periodista que ha seguido el tema desde el 3 de julio de 2006, que aún sigue en activo y que no ha dejado de escribir sobre el accidente del metro durante los últimos ocho años. Aunque me imponía mucho la propuesta, nunca había escrito un libro, acepté el reto porque aunque se ha escrito mucho en los medios de comunicación sobre el accidente del metro, creo que era necesario recoger en una publicación todo el vía crucis que han pasado las víctimas del metro en los últimos años y que les ha hecho sufrir una doble victimización: por sufrir la pérdida de sus familiares y por el intento de soterrar muchas preguntas sobre el accidente del metro que las víctimas merecen que se respondan.

Ocho años después, ¿en qué momento se encuentra en el proceso?

El proceso tiene, hoy por hoy, un final completamente abierto. La Audiencia de Valencia reabrió la causa el pasado mes de enero y se está realizando una nueva instrucción, en la que se ha imputado por primera vez a tres ex directivos de FGV y la Fiscalía acaba de pedir la imputación de tres directivos más. Se trata de una nueva investigación que parte con desventaja respecto de la primera instrucción, porque el tren se desguazó y muchas piezas de convicción físicas ya no existen, pero se está citando a declarar a numerosos testigos (en la primera instrucción sólo declaró el perito judicial de Adif que hizo un informe sobre el accidente) y se está recabando mucha más información que en la primera instrucción no se solicitó.

¿Un suceso tan grave le ha marcado profesionalmente?

Me ha marcado muchísimo profesional y personalmente, porque afrontar un tema como la muerte de 43 personas en un transporte público es un hecho tan grave que no te puede dejar indiferente, ni como periodista ni como persona.

En su opinión. ¿Quién cree que son los verdaderos culpables?

Eso es algo que deberán decidir los tribunales. Pero en un accidente tan grave alguien, en FGV o en la Conselleria de Infraestructuras, debería haber asumido alguna responsabilidad porque si la Línea 1 de Metrovalencia era segura, como se repetía incesantemente tras el accidente del 3 de julio, nunca deberían haber muerto 43 personas por el simple hecho de coger un tren, un gesto muy sencillo que hacemos todos los ciudadanos cada día.

¿Se han depurado responsibilidades políticas? ¿Serían necesarias?

Nunca se asumieron responsabilidades políticas por el accidente del metro, lo que puso el listón muy alto... Si no dimitió nadie después de que murieran 43 personas, ¿qué mas tiene que pasar en este país para que alguien asuma alguna responsabilidad? También sucedió en el accidente del Alvia, en el Yak-42 o el accidente de Spanair... Vivimos en un país de cero responsables, donde nadie asume las consecuencias de sus decisiones, o la falta de ellas...

¿La crisis económica y la falta de recursos del Consell han afectado a la conservación de las infraestructuras en la Comunidad Valenciana?

En el caso de FGV, el Gobierno rescindió el contrato programa de financiación del transporte público a principios de la década del 2000 porque el dinero estatal para el transporte metropolitano de Valencia se desvió a otros menesteres, a pesar de que la subvención del Ejecutivo central era finalista... Y aún estamos pagando las consecuencias porque el Gobierno no ha querido volver a pagarnos esa ayuda y llevamos más de una década sin contrato programa... Y en el caso concreto de la Línea 1 se mantuvo un sistema de seguridad con menos garantías, el FAP, a pesar de que se aumentó la frecuencia de trenes con los años, lo que que permitió que un tren se desbocara sin que hubiera ningún medio técnico para pararlo, a pesar de que otras líneas de metro sí que contaban con sistema de seguridad automatizados. Ya lo han admitido varios testigos y algún imputado: la simple reprogramación de una baliza habría evitado el accidente del metro y, lamentablemente, no se destinaron los suficientes recursos para garantizar la seguridad en la Línea de Metrovalencia...