Una de cada tres personas en la Comunitat Valenciana vive en situación de exclusión social, según un informe elaborado por Cáritas y la Fundación Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (FOESSA) que insta a "remoralizar la sociedad civil" y a cambiar el actual modelo social que "ha quedado agotado".

El séptimo informe sobre exclusión y desarrollo social en España 2014, presentado hoy en rueda de prensa, señala que en la Comunitat Valenciana solo el 30,3 por ciento de las personas tiene una "integración plena" en la sociedad, cuatro puntos por debajo de la media nacional.

También es superior en casi siete puntos el porcentaje de población excluida en la Comunitat, el 31,7 por ciento, lo que supone 1.590.000 personas, de las que 760.000 (210.000 hogares) se encuentran en exclusión severa.

El coordinador del informe y responsable del Equipo de Estudios de Cáritas Española, Francisco Lorenzo, ha destacado la necesidad de "remolarizar la sociedad civil" ya que considera que la crisis "es un problema de valores, donde se han priorizado determinadas apuestas personales e institucionales".

"Es necesario dar un paso adelante, implicarnos en un modelo nuevo que prime a las personas y sea germen de un bien común, no solo individual", ha señalado Lorenzo, quien se ha mostrado convencido de que se está "a tiempo de una reacción colectiva para superar la crisis actual y evitar crisis futuras".

El informe refleja que dos de cada tres personas que están hoy en riesgo de exclusión social ya lo estaban antes de que comenzara la crisis, en época de crecimiento económico, pero la "debilidad" de nuestro modelo social ha hecho que esta precariedad se incremente un cincuenta por ciento.

Además, el 49 por ciento de la población en la Comunitat Valenciana tiene problemas relacionados con el empleo, lo que está creando una "generación de expulsados", personas de mediana edad y con mucha experiencia a las que es difícil reubicar.

La Comunitat Valenciana se encuentra por encima de la media nacional en lo relativo a la solidaridad familiar y redes de ayuda, refortalecidas en gran medida como respuesta a la retirada de los mecanismos de apoyo basados en las políticas públicas, aunque el informe advierte de que éstas redes empiezan a debilitarse.

A juicio de Lorenzo, el "efecto amortiguador" de las políticas sociales se esta "debilitando" y "corremos el riesgo de que esta crisis, siendo algo coyuntural, quede enquistada en la sociedad como algo estructural".

"Todo lo que deshace la crisis no se recuperar en una etapa posterior de crecimiento", ha advertido Francisco Lorenzo, quien ha insistido en la necesidad de que se prioricen las políticas sociales "para los que peor lo están pasando".

El presidente de Cáritas Comunitat Valenciana y director de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, Juan Manuel Aragonés, ha reconocido que no le satisfacen las políticas sociales realizadas por la Conselleria de Bienestar Social.

"La Administración tiene la responsabilidad de atender a las personas y no se hace con una serie de personas que llegan a nosotros", ha dicho.

Por su parte, el director de Cáritas Diocesana de Valencia, Ignacio Grande, ha abogado por una "transformación ética profunda para decir no a un modelo que se ha agotado", mientras que el director de la entidad en Orihuela-Alicante, Jaime Pérez, ha considerado que el actual es "un momento de debilitamiento y fractura social".

En el informe, realizado en los últimos cuatro años y que incluye 650 encuestas realizadas en la Comunitat Valenciana -8.800 a nivel nacional-, han participado 91 investigadores de diferentes equipos y universidades de toda España, que han elaborado 56 documentos de investigación.